Desmitifica Ibargüengoitia a los héroes
Con la finalidad de acercar al público cervantino al universo del escritor guanajuatense Jorge Ibargüengoitia, (Guanajuato, 1928 – Mejorada del Campo, España,1983), se presenta la exposición fotográfica-documental Sálvese quien pueda. Jorge Ibargüengoitia, un atentado a la solemnidad, en la Casa de la Cultura de Guanajuato.
Además se realizará el Coloquio Jorge Ibargüengoitia, al que asistirán los escritores e investigadores literarios Hugo Hiriart, Brenda Lozano, Ignacio Padilla, Martín Solares, Guillermo Sheridan y Jorge Volpi para recordar al escritor guanajuatense. La cita es el domingo 19 de octubre, a las 12:00 horas, en la sala principal del Teatro Juárez.
Ibargüengoitia, considerado como una de las voces más innovadoras de la narrativa hispánica contemporánea, y como el escritor que liberó a la literatura mexicana del agobio de la solemnidad, fue ante todo un literato con alto sentido crítico. El humor de sus novelas, sus obras teatrales y sus artículos periodísticos son de un sarcasmo fino y salvaje.
Esta muestra contiene dos líneas temáticas: la visión del escritor de lo mexicano -la vida cotidiana, la clase media- y su visión de la historia patria. Sin guión cronológico, la exposición está creada con elementos iconográficos variados que ilustran la vida del novelista y recrean el ambiente de su época.
Para lograr acercar al público a la vida y obra de Ibargüengoitia, se mostrarán fotografías y documentos personales, así como instalaciones, montajes escenográficos, cartones de Magú, imágenes tomadas por Rodrigo Moya durante los movimientos sociales en los años sesenta, carteles y fragmentos de las películas basadas en sus novelas: Dos crímenes, Estas ruinas que ves y Maten al león.
Jorge Ibargüengoitia se instaló en la ciudad de México a los pocos años de edad. En 1940 ingresó al grupo de scouts del Colegio de México, donde adoptó el nombre de «Tecolote de guadaña«. Ahí conoció también al pintor Manuel Felguérez con el que mantendría una entrañable amistad durante toda su vida. Ingresó a la Facultad de Ingeniería a los 17 años y, en esa época, realizó un viaje a Europa con los scouts, descubriendo que no sentía ninguna inclinación por la ingeniería, por lo que decidió regresar a Guanajuato a trabajar en las tierras del rancho de su propiedad.
En 1949, Salvador Novo llegó a Guanajuato con la gira en la que presentaba Rosalía y los llaveros de Emilio Carballido, experiencia sobre la que Ibargüengoitia confesaría: «No sé si la representación fue excelente o mi condición anímica era extraordinariamente receptiva, pero ninguna representación teatral me ha impresionado tanto como aquella».
Tres meses después decidió regresar a la ciudad de México y se inscribió en la Facultad de Filosofíoa y Letras de la UNAM, donde tuvo como profesor de teoría dramática a Rodolfo Usigli. Se graduó en 1957 con especialidad en arte dramático y fue becario del Centro Mexicano de Escritores y recibió la beca de la Fundación Rockefeller para estudiar teatro en Nueva York.
El escritor, que encontró en el humor ácido y siniestro, vertido en sus novelas, cuentos, artículos y piezas dramáticas, el vehículo con el que plasmaría su propia visión de la historia de México, es autor de obras de teatro como Susana y los jóvenes (1954), Clotilde en su casa y La lucha con el ángel (1955), El loco amor que viene (1957), Ante varias esfinges (1960) y El atentado, por la que recibió el Premio Casa de las Américas en 1963.
Su obra se convirtió poco a poco en un corrosivo alegato en favor del humor sarcástico y la ironía y, en 1965 escribió Los relámpagos de agosto, una farsa feroz sobre la última fase de la Revolución Mexicana y de la conformación de la clase político-militar mexicana.
Dos años después editó La ley de herodes y otros cuentos y, en 1969 Maten al león. Recibió la beca de la Fundación Guggenheim y el Premio Novela México por Estas ruinas que ves. En 1977 publicó Las muertas, basada en un hecho verídico, y unos años después Dos crímenes. En 1980 se instaló en París y escribió su última novela, Los pasos de López.
Entre los volúmenes en los que recopila sus artículos publicados básicamente en Excélsior y Vuelta, sobresalen Viajes a la América ignota (1972), Sálvese quien pueda (1975), Autopsias rápidas (1988) e Instrucciones para vivir en México (1990).
Ibargüengoitia, a quien no le gustaba que lo consideraran un simple humorista ya que se trataba de un escritor serio y riguroso, ordenado y meticuloso, decidió irse a vivir a París junto con su esposa, la pintora inglesa Joy Laville, quien ilustró las portadas de todos los libros que publicó bajo el sello editorial Joaquín Mortiz. Ahí se dedicó a trabajar de manera muy intensa en la que sería su séptima novela, situada según se sabe en la época de Maximiliano y Carlota.
Cuando fue invitado a participar en un encuentro de escritores en Bogotá, se mostró reacio a asistir, pero a última hora decidió aceptar y abordó el fatídico avión que se estrellaría en Madrid, el 27 de noviembre de 1983. Se dice que llevaba consigo el borrador de su novela, el cual se consumió con él. En el mismo vuelo viajaban los escritores Ángel Rama, Martha Traba y Manuel Scorza, así como la actriz Fanny Cano.
En esta muestra habrá un espacio dedicado a los niños donde se exhibirá la obra que la artista guanajuatense Norma Carmona realizó ex profeso para cada una de las siete obras infantiles que escribió Ibargüengoitia, entre las que se encuentran El ratón del supermecado, Los hermanos Pinzones y Triclinio y la bella Dorotea, cuyas ediciones literarias fueron ilustradas por Magú.
La exposición fotográfica y documental Sálvese quien pueda. Jorge Ibargüengoitia, un atentado a la solemnidad, realizada bajo la coordinación de Horacio Muñoz y la investigación de Davayane Amaro, Alberto Verjovsky y Francisco Jiménez, se presenta en la Casa de la Cultura de Guanajuato (Calle 5 de Mayo, Centro), desde el miércoles 8 de octubre, como parte del 36 Festival Internacional Cervantino.