DE DÓNDE VINO Y HACIA DÓNDE NOS DIRIJE
Carlos Perezares
El día de ayer 1 de Diciembre de 2008, el Gobierno de los Estados Unidos anunció a todo el mundo lo que ya se sabía desde hace más de un año. Su economía se encuentra en recesión y por ende arrastra a la mayor parte del mundo a una crisis solo comparable a la Gran Depresión de 1929.
Una crisis inmobiliaria, la escalada de los precios del petróleo y la guerra con Irak, son señalados como los principales culpables de este colapso financiero. Como es costumbre en los gobiernos este dictamen solo es una verdad a medias.
El problema inmobiliario, el petróleo y la guerra simplemente fueron los detonadores de una serie de malos manejos, abusos de poder y corrupción a nivel privado y gubernamental desde finales del año 2000.
ANTECEDENTES
Así es, este caótico entorno financiero se viene gestando desde hace casi 8 años. Las primeras señales de alerta se dieron cuando salieron a la luz los casos Enron y Parmalat en Estados Unidos y Europa –concretamente en Italia, pero el tamaño de la empresa incidió a que el daño fuera en casi toda Europa- respectivamente.
Parmalat, Enron y otras empresas estadounidenses como Tyco y WorldCom, todas ellas básicamente manipularon las cifras para que la empresa pareciese gozar de un mejor estado de salud. En todos estos casos han surgido preguntas sobre el comportamiento de los contables, auditores y miembros del consejo de administración, los cuales podrían haber conocido, deberían haber sabido, o en el fondo desconocían –algo realmente poco probable-, que había algo que estaba mal.
Alfredo Jalife en su columna Bajo la Lupa publicada el 21 de enero 2004 comenta:
EN LA GLOBALIZACION financiera los banqueros se constituyen en los primeros culpables cuando se destapan las quiebras de las trasnacionales, llámese la gasera texana mafiosa Enron, llámese la italiana Parmalat, que se desviaron de sus objetivos productivos primarios para acabar siendo entidades eminentemente financieras bajo la férula de tres principales bancos estadunidenses consagrados básicamente a las apuestas especulativas de los «derivados financieros» por medio de los perniciosos hedge funds («fondos de cobertura de riesgo») y que acaparan en Estados Unidos (EU) 87.2 por ciento del total: JP Morgan-Chase (49.6 por ciento), Citigroup (19.8), y Bank of America (17.8). No representan ninguna novedad las enormes sumas del fraudulento papel financiero que se volatilizaron en las «cuentas invisibles» de las islas Caimán y en las transacciones fétidas de los principales bancos anglosajones, cuando en forma coincidente y reincidente se abre finalmente el juicio (¡con retraso de más de 10 años!) al putrefacto banco BCCI (donde operó el Irán-contras) y su presunta complicidad criminal con el «venerable» Banco de Inglaterra (The Observer, 11-01-04).
En suma, las empresas maquillaban sus pérdidas para poder seguir emitiendo bonos y acciones que no tenían ningún sustento, algo parecido a los bilimbiques –dinero fiduciario que no tiene respaldo-. Fraude.
Y a pesar de lo publicitado de estos casos, es increíble que los gobiernos no tomaran cartas en el asunto sobre el papel que las instituciones financieras estaban teniendo en estos temas. Estos bancos siguieron operando sus argucias legales-contables con otras empresas e incluso en ellas mismas. Llegando contabilizar una gran deuda de dinero ¡que nunca existió!
Me explico: los bancos otorgaban préstamos del dinero de los ahorradores –los bancos casi nunca prestan de sus recursos propios, sus recursos fungen como garantía-, al tener esos recursos propios ociosos, los invierten en derivados financieros de alto riesgo, los cuales usan como garantía para solicitar empréstitos y generar mayor volumen de dinero. Ese dinero lo vuelven a prestar y esa deuda la venden como activos a empresas controladoras, recibiendo de nueva cuenta dinero ocioso y reiniciando el ciclo. ¡La bola de nieve perfecta!
Otro comentario de Jalife en la misma columna:
Para evitar la quiebra prematura (Parmalat), recurrió a la «asesoría» (sic) de Citigroup, que urdió un sistema contable fraudulento con el mismo esquema que había empleado JP Morgan-Chase para la gasera texana mafiosa Enron: la construcción de un sistema de 260 filiales en los paraísos fiscales (¡que existen únicamente como «apartados postales»!), para ocultar las pérdidas y que, gracias a la prestidigitación contable, eran reportadas como «ganancias», con la colusión de las calificadoras (Standard & Poor’s y Moody’s), que le permitían emitir bonos que eran colocados de inmediato por Citigroup y Bank of America, las cuales proclamaban su excelsitud para que cayeran en sus garras los ingenuos fondos de pensiones. La prestidigitación, contablemente mafiosa, tiene la tarea de atraer el «dinero duro» de los «fondos de pensiones» para cubrir las pérdidas transmutadas en los paraísos fiscales. Por lo pronto, los fondos de pensiones de los miserables mineros del sur de Alaska han entablado un juicio a Buconero, filial de Parmalat, así como a sus «auditores» (sic) Citigroup y Bank of America.
En el momento que la liquidez de los acreditados comenzó a mermar y se inicia un crecimiento de la cartera vencida, el ciclo se torna inestable y empieza a desmoronarse, con los resultados que ya conocemos.
Y en estos mismos aspectos encontramos muchas de las causas de la crisis inmobiliaria y energética que coadyuvaron a que el “círculo virtuoso” financiero se tornara en un círculo vicioso –como siempre lo ha sido-.
Al inflar el número de créditos que los bancos pueden asignar y por ende una mayor oferta crediticia, los precios de los bienes raíces suben a niveles increíbles –e impagables-.
Elevando la demanda de vivienda, crece la demanda de recursos energéticos –gasolinas, luz, etc.- y de bienes materiales –vehículos, materiales de construcción, etc.- incrementándose el precio del petróleo.
La escalada de precios no se detiene ahí, los alimentos y productos de consumo –vestido, calzado, electrodomésticos- se encarecen ante la súbita demanda y encarecimiento de los medios de producción.
El último escalón son los salarios, toda la situación esta dada para una espiral inflacionaria que poco a poco generará el vapor para comprimir la olla de presión.
La pregunta que queda en el aire es ¿a quiénes les esta beneficiando?
SIMILITUDES EN MÉXICO
Notable casualidad es que los bancos más perjudicados en esta hecatombe financiera sean los mencionados JP Morgan, Citigroup (Propietario de Banamex y Aeroméxico) y Bank of America, hoy rescatados por el gobierno de los Estados Unidos.
No es difícil encontrar el paralelismo con el rescate bancario zedillista de finales del siglo pasado en nuestro país.
Después de hacer malos negocios los nuevos banqueros salinistas, al gobierno mexicano no le quedo otra –según ellos- más que rescatarlos.
La gran diferencia que aparentemente se esta dando radica en que el gobierno americano espera que se le pague su dinero, el gobierno mexicano lo convirtió en deuda pública. Y no solo no se conformaron con eso, sino que vendieron y de esa venta no pagaron un peso de impuestos.
En resumidas cuentas, se auto prestaron dinero, otorgaron malos créditos, quebraron, los rescataron, no pagaron ese rescate –lo estamos pagando nosotros con los famosos pagarés Fobaproa-, vendieron, se quedaron con el dinero de la venta y de la transacción no causaron un solo peso al erario público. Negocio redondo.
De igual forma, vemos los rendimientos en las Afore que en lugar de haberse incrementado, han disminuido.
En México no fue necesario maquinar todo la esfera Enron y Parmalat –aunque sí tenemos nuestras versiones mexicanas de estafa: Comercial Mexicana, Coppel y Grupo Durango- para atraer los fondos de pensiones a las inversiones de alto riesgo, el Gobierno Mexicano lo autorizó a partir de 2006, quedando expuesto a los vaivenes de los especuladores.
LO QUE VIENE
Mucho se ha comentado que el modelo económico de los tratados de Bretton Woods ha caducado. Quizá, aunque es poco probable que cambie.
En definitiva estamos viendo el regreso de las políticas keynesianas -el gobierno tiene una injerencia directa para los ciclos económicos-, las mismas que sacaron a los Estados Unidos de la depresión de 1929 y las mismas que fueron vilipendiadas por las Escuelas de Chicago (monetaristas y neoliberalistas).
Los gobiernos tienen ante sí una oportunidad única de recobrar autonomía en sus decisiones al tener postrados a los gigantes corporativos. Los cuales muchas veces secuestraban la economía y chantajeaban – incluso intimidaban- a los funcionarios públicos para que las medidas que tomaran fueran siempre enfocadas a su beneficio particular.
Bancos, compañías automotrices, aseguradoras, inmobiliarias, constructoras, todas ellas están tocando la puerta de los gobiernos para que sean rescatados de un remolino que generaron por sus acciones sin escrúpulos.
Venderles caro el favor, un favor que tienen que pagar sin importar las consecuencias -En Inglaterra, Francia y Estados Unidos se impusieron fuertes condiciones para los recates-.
CASO MÉXICO
Como siempre, en México se esta haciendo todo lo contrario.
No solo se regaló la banca, las autopistas y las vías férreas.
Se quiere entregar el patrimonio petrolero –hace un año nos anuncian que no tenemos el dinero para invertir en infraestructura. A raíz de la crisis, el presidente a nivel nacional anuncia de pronto que parece que sí lo tenemos porque se hará una refinería-.
Las líneas aéreas se reprivatizan como regalos a favores recibidos durante las campañas presidenciales -Mexicana en el sexenio de Fox a Gastón Azcárraga y Aeroméxico con Calderón a Citigroup-Banamex-
Las empresas que tocaron a la puerta para ser rescatadas de los manejos tipo Enron que hicieron fueron las anteriormente mencionadas Comercial Mexicana, Coppel, Grupo Durango otorgándoles préstamos urgentes de parte de Nafin –Nacional Financiera- en detrimento de proyectos Pymes –Pequeñas y medianas empresas- que durante todo el año se venían trabajando.
Bien, pues no solo no se les vendió caro el favor, se acaba de nombrar a Héctor Rangel Domene Director de Nafin y Bancomext –Banco de Comercio Exterior- ya que a partir de enero de 2009 Nafin y Bancomext se fusionan en una sola entidad. Rangel Domene es un personaje que siempre ha estado a servicio de los poderosos, primero como ejecutivo de Banamex, después como Presidente de la Asociación Mexicana de Bancos, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial –sí, el mismo de la guerra sucia contra AMLO- y por último Director del Centro de Estudios Económicos el cual es parte del CCE.
Le entregaron al zorro las llaves del gallinero.
Las acciones que hasta el momento el gobierno mexicano ha tomado, son parciales e insuficientes.
Se nos ha vendido la idea de que esta crisis no es de México y que estamos en una envidiable posición donde nada más nos va a hacer cosquillas. Nada más lejos de la realidad.
Carlos Loret de Mola en su columna Historias de Reportero publicada en El Universal del 02 de diciembre 2008:
El problema económico es internacional, no culpa del gobierno mexicano. Estados Unidos está en una de las peores recesiones de su historia. Una que no se veía hace cosa de 80 años. En México la generación de empleos podrá ser bajísima, se podrá estar viviendo un estancamiento económico, pero crisis, lo que los mexicanos conocemos como crisis (1982, 1988, 1994), no se ha sentido.
Discrepo completamente, con una inflación del 6%, con una pérdida del poder adquisitivo de más del 20%, una tasa de desempleo de más del 4% -con todo y la maquillada que le dan-, una devaluación de la moneda del 40% y 8 años consecutivos con crecimiento económico menor al 3%.
¿Qué tiene que pasar para que el Sr. Loret califique de crisis la situación que prevalece en el país? ¿La propaganda gubernamental le convenció?
Si seguimos el juego corporativista que los últimos gobiernos han generado, seguiremos estancados en todos los aspectos, mientras países como Chile, Brasil y Argentina se posicionan como las economías emergentes de Latinoamérica.
Cabe la pena señalar que en estos tres países han tenido gobiernos socialistas en los últimos años.
La situación no pinta bien para el 2009, un año de elecciones intermedias donde el capital político de los partidos y del mismo Presidente está en juego y el entorno mundial no ayuda a que pueda mejorar.
De nosotros depende, medite el voto, exíjales a sus políticos. Fomentemos la idea de la moción de censura.
No nos quejemos, actuemos.
Carlos Perezares
Ensenada, B.C. a 03 de
Diciembre de 2008.