México, Chiapas y la fiesta…

Fiesta y color en Chiapas

En las fiestas chiapanecas predomina un gran ambiente.

Foto: Adrián Vázquez

El Sol de México

Organización Editorial Mexicana

 

Los indígenas tzotziles representan por medio de una danza las costumbres casamenteras de su población: Los jerarcas del pueblo, vestidos con gruesos chalecos de lana blanca, negocian al ritmo de la música con los candidatos a contraer nupcias con sus hijas, quienes esperan alejadas y sin voz.

Con una danza lenta y de movimientos repetitivos, los padres chamulas entregan a sus hijas al mejor postor, vestido de negro y con un festivo sombrero puntiagudo adornado con listones de colores.

«Es una danza de sumisión, por eso bailan con las cabezas agachadas, de sumisión ante el dominio español», explica una guía local. Y es por eso también que el ritmo de las percusiones tocadas en vivo se ve interrumpido por cohetones que simulan el sonido de las armas con que los europeos asustaban a los indígenas.

Esta representación artística de costumbres indígenas que aún prevalecen en algunas comunidades del sur del país se presentó el pasado fin de semana en San Cristóbal de las Casas como parte de un evento cultural donde también se realizó un recorrido por las calles de esta ciudad.

Acompañados por una estudiantina y un burro que cargaba sobre su lomo un barril de «posh», la bebida alcohólica tradicional chiapaneca, decenas de personas recorrieron el andador turístico ubicado a un costado de la catedral.

Y mientras en San Cristóbal se realizaba esta especie de callejoneada, en Tuxtla Gutiérrez estaban de carnaval. Del 13 al 15 de febrero, la capital del estado organizó una gran fiesta con carros alegóricos, conciertos y, por supuesto, baile.

En la Plaza de la Marimba, donde usualmente se reúnen las parejas para bailar al ritmo de este instrumento, el pasado fin de semana el ánimo se encendió, pues con motivo del festival se reunió una mayor cantidad de personas para disfrutar de la marimba Águilas de Chiapas, que igual cantaba boleros que cumbias.

Decenas de parejas bailaban mientras algunos curiosos observaban y otros paseantes degustaban los tamales de flor de cuchumuc. «Es una flor morada, también conocida como flor de ratón, que sólo se da en esta época del año», explica una de las mujeres que ofrecían una probadita del platillo que no se puede encontrar en ningún otro mes ni en ningún otro estado.

Claro que entre los puestos también se podían encontrar los tradicionales tamales chiapanecos de chipilín, un chile de la región que se usa también para preparar sopas y otros platillos.

Como parte de este festejo, también se presentaron Kalimba y Moderatto en foros masivos de la capital de Chiapas, un estado de gran riqueza cultural y de bellos paisajes naturales como el Cañón del Sumidero (a menos de una hora de Tuxtla) o las lagunas de Montebello (a cuatro horas de distancia aproximadamente). El estado colindante con Guatemala ofrece al visitante poblaciones coloridas y llenas de vida como San Cristóbal de las Casas, poblaciones místicas y muy interesantes como San Juan Chamula, y poblaciones textileras donde los indígenas realizan telares multicolores, como Zinacantán, entre otros muchos atractivos turísticos.

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