La Ciudad de las Artes, en Querétaro
Ciudad de la Cultura y las Artes.
Foto Diario de Querétaro.
Organización Editorial Mexicana
Margarita Ladrón
Según el Diagnóstico de Infraestructura Cultural publicado en 2007 por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en México hay 185,726 habitantes por teatro. Los estados del interior de la República que tienen un mejor equipamiento respecto del número de personas por teatro son Colima, con 27047; Baja California Sur con 73167; Campeche, con 83,859; el Distrito Federal por su parte quedaría en segundo lugar con 66,572. Querétaro está en esta categoría con otros estados como Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua, Sonora, Guerrero o Quintana Roo, con un promedio que oscila entre los 27,047 y 182,578 habitantes.
En el último lugar se encuentra el Estado de México, con 933,833 personas por teatro. Querétaro ocupaba en este Diagnóstico el octavo lugar con poco más de cien mil habitantes por teatro.
Los teatros capitalinos son el de la República y el del Seguro Social; así como el auditorio Josefa Ortiz de Domínguez -que no es teatro- y el Centro Académico y Cultural de la UNAM-Juriquilla. Ninguno de estos recintos cumple al cien por ciento los requerimientos para eventos de música, danza o teatro en Querétaro. Y en particular, el espacio que mejores condiciones ofrece a la compañías locales de danza contemporánea es el Multiforo del Museo de la Ciudad.
Ahora, con la próxima inauguración de la Ciudad de la Cultura y las Artes por parte del gobierno del estado de Querétaro y el nuevo Teatro Alameda, con presupuesto del Municipio de Querétaro, los artistas renuevan esperanzas pero les asaltan dudas.
Así lo confirmaron en entrevista creadores escénicos como Jaime Blanc, coreógrafo y director del Taller Coreográfico Experimental; Luis Arreguín, coreógrafo y director de la compañía de danza contemporánea Las Pléyades; Bárbara Alvarado, bailarina y coreógrafa directora de la compañía Aletheia, cuerpo escénico de México; José Guadalupe Flores, director titular de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro; el compositor y director de orquesta Francisco Núñez Montes; el barítono queretano Carlos Sánchez; la actriz y dramaturga Mariana Hartasánchez; el actor y director de El Corral de Comedias Francisco Rabell; así como la promotora de espectáculos Lorena Meeser.
Por su parte, los funcionarios titulares de cultura en el estado y municipio Manuel Naredo y Manuel Cedillo explicaron parte de lo que será la forma como trabajarán estos recintos, si bien confirmaron que aún hay muchos puntos por definir respecto a su operación, administración, programación y equipamiento.
ANTECEDENTES
Desde que llegó Ballet Nacional de México en 1991 la maestra Guillermina Bravo ‘picó piedra’ para que se construyera un teatro en el cual pudieran presentarse los bailarines de dicha compañía; un año después llegó la Orquesta Filarmónica del Bajío, hoy de Querétaro, y la necesidad se hizo imperiosa. Fue en el sexenio de Ignacio Loyola (1997-2003) que se proyectó la construcción de un teatro, según recuerda Francisco Núñez y Jaime Blanc, ya que ambos participaron en la planeación. El lugar sería donde hoy es el Estadio Municipal -según Núñez- o cerca del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado, según Blanc pero el proyecto no prosperó.
Siendo ya gobernador Francisco Garrido, en el mes de agosto de 2006 la Secretaría de Obras Públicas presentó ante los medios de comunicación y algunos miembros de la comunidad artística, el proyecto denominado Ciudad de las Artes, el cual incluiría lo que entonces se denominó Teatro Metropolitano, así como una pantalla IMAX, Museo del Niño, Foro y Ágora, si bien en ese momento se aclaró que dentro del periodo sexenal del gobernador Francisco Garrido, sólo se terminaría el Teatro Metropolitano.
En noviembre de ese año se anunció que el ganador del proyecto de licitación fue el internacionalmente reconocido arquitecto Teodoro González de León, quien compitió junto con otros seis; para septiembre de 2007, éste había demandado a Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Obras Públicas por haber rescindido del contrato, según lo informó el propio González de León en entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO en esa fecha.
Ahora quien lleva el proyecto es el arquitecto José de Arimatea Moyao, quien también cuenta con experiencia en la construcción de teatros e infraestructura para las artes escénicas y espectáculos masivos como la remodelación del Teatro Metropolitan para funcionar como centro de espectáculos (1995); la remodelación y adaptación del Teatro Orfeón (1997); el Foro Sol -para 60,000 personas-, en el autódromo Hermanos Rodríguez (1996), o el más reciente Centro Cultural de la Universidad de Guadalajara.
Desde agosto de 2006 al día de ayer que se presentara el 5º informe de gobierno, la comunidad de artistas escénicos de Querétaro permanece no sólo escéptica, si no que en una incómoda falta de información respecto del uso, equipamiento y programación que tendrá el recinto que ha cambiado de nombre de Teatro Metropolitano a Palacio de la Música y, según cita del gobernador Francisco Garrido ayer en su informe: Palacio de las Artes.
Por otro lado, frente al teatro se construye lo que será el Centro de Convenciones, proyecto municipal que diseñó Teodoro González de León.
LOS INFORMES DE GOBIERNO
La mañana de ayer Francisco Garrido ofreció su quinto informe de gobierno en el que habló sobre la Ciudad de la Cultura y las Artes: «Desarrollamos el proyecto de la Ciudad de la Cultura y las Artes, obra que permitirá la realización de eventos culturales y recreativos de talla internacional. Actualmente se edifica el Palacio de las Artes, con una inversión de casi 994 millones de pesos, que será el recinto para los conciertos de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro entre otras muchas actividades culturales». Así mismo, «llevamos a cabo el programa para la restauración de monumentos barrocos en todo el estado; destaca la restauración integral del integral del antiguo convento de Santa Rosa de Viterbo con una inversión de 24 millones de pesos, que permitirá su utilización como Centro Estatal para la Enseñanza y Capacitación Artística».
Por su parte, el alcalde capitalino Manuel González Valle rindió su informe el pasado domingo 22 en donde nada mencionó sobre el Teatro Alameda ya que no es una obra concluida; pero sí mencionó el Centro de Convenciones: «Aunque este Informe contiene el recuento de acciones concluidas, no puedo dejar de mencionar el Centro de Congresos y Convenciones […] Con una inversión total de 550 millones de pesos con recursos de los tres órdenes de gobierno, el Centro de Congresos y Convenciones dejará una derrama económica estimada de 100 millones de pesos tan sólo en su primer año de operación» y afirmó que ya se tienen agendados 30 eventos a partir de su inauguración.
¿CÓMO? ¿QUIÉN? ¿CUÁNDO?
Independientemente de en qué punto se encuentra la obra en este momento, las dudas de los artistas entrevistados son en coro: ¿qué criterios están tomando para equipar al teatro? ¿será adecuado para danza, teatro y música? ¿Contará con técnicos, tramoyistas, iluminadores y mantenimiento suficiente? ¿Quién va a definir la programación? O más sencillo ¿quién lo va a dirigir? ¿tendremos todas las compañías acceso?
El bailarín y coreógrafo, figura indispensable de la danza en México, Jaime Blanc es categórico: «Las decisiones que se toman siempre que construyen un teatro no involucran a aquellos que van a trabajar ahí, nunca le preguntan a los artistas que somos los que vamos a usar ese foro». Una de las pocas personas en Querétaro que puede jactarse de conocer casi todos los teatros de México -y muchos más en el extranjero, desde Estados Unidos hasta Alemania-, afirma que hace un par de años, Manuel Naredo -director del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes- lo invitó a lo que sería una presentación sobre el proyecto de la Ciudad de las Artes; en esa reunión, que se llevó a cabo en Obras Públicas, estaba además José Guadalupe Flores. Y es Flores el único que fue hace un par de semanas a recorrer la obra del Palacio de las Artes, según afirmó en entrevista: «tiene camerinos suficientes, hay un lugar para ensayos, para danza y un teatrino; nosotros pedimos una serie de requerimientos en cuanto a oficinas para administración y ahí están; yo veo que se están cumpliendo con todos los puntos que pedimos» y agrega «lo que espero es que sí sea la sede de la Orquesta Filarmónica porque el público está perdido y anda del tingo al tango porque no tenemos sede». Flores confía también en que la programación incluya a otras compañías locales, nacionales o internacionales.
El escepticismo no necesariamente se traduce en pesimismo. Todos coinciden en que sí es necesario nutrir a Querétaro de teatros; pero que sean teatros que alberguen a todas las artes escénicas. Preocupación surgió cuando circuló a través de los medios de comunicación el nombre de Palacio de la Música «¿Y la danza, y el teatro? ¿lo experimental y multimedia?» Se preguntan tanto Bárbara Alvarado como Lorena Meeser. Ayer el gobernador Garrido lo llamó Palacio de las Artes.
Francisco Núñez, quien fuera alumno de Carlos Chávez, fundador del Instituto Nacional de Bellas Artes, agrega «No conocemos las condiciones técnicas que tendrá el teatro, si el arquitecto que relevó a González de León ha tenido el cuidado y la especialización en cuanto a acústica; por otro lado, se ha mantenido a la población en la oscuridad absoluta sobre el proyecto, ¿a quién se le consultó? Nadie tiene información detallada del teatro».
Respecto a quién o qué empresa son los responsables del equipamiento, Manuel Naredo afirma que la secretaría de Obras Públicas le pidió hace tiempo sugerencias sobre qué especialistas contactar en el INBA; por otro lado, él asegura que «sí está pensado para servir a las artes escénicas en general y que contará con espacios adecuados en el escenario, desahogos, camerinos, etc. además de factores de especialidad como acústica e isóptica».
Jaime Blanc supo que se consultó al escenógrafo mexicano Julio Castillo y Bárbara Alvarado se enteró de que el iluminador Rafael Mendoza, asesoró sobre ese tema; es todo lo que saben ambos.
Bárbara Alvarado agrega «El problema no es tener el teatro sino qué vas a hacer con él; lo que me inquieta es que no sabemos quiénes lo van a dirigir, siento que apenas se está creando la infraestructura pero no hay un sistema definido de cómo va a operar y que esa operación sea funcional . Frente a estos teatros debe haber un modo de operar muy eficiente para que todos los grupos puedan pisar una vez ese foro y que los criterios sean sobre la calidad» y Jaime Blanc completa: «lo que es sumamente común en México es que después de que se construye arquitectónicamente perfecto, queda la pregunta volando de quién le da mantenimiento y por cuántos años; cuántos tramoyistas habrá, cuántos técnicos, ¿a quien le dieron la licitación para los circuitos eléctricos? ¿Saben de teatro? ¿Sabrán el lugar correcto de la varas? ¿Saben las necesidades de danza o teatro para que las varas eléctricas estén en el lugar correcto? ¿Los circuitos y conectores estén en el lugar correcto para el uso de danza y teatro?» y más interrogantes. «Hay un amplio desconocimiento sobre lo que necesitamos. En cambio, le dan la licitación a una empresa y cuando uno pregunta, nos responden: es que la empresa dice que eso es lo mejor. ¿Cómo que ellos dicen?: No, nosotros somos los que decimos qué es lo mejor porque nosotros somos los que usamos las luces, las tramoyas y el foro. Pero nadie nos ha preguntado nada, ni a los iluminadores que están todos trabajando en el Museo de la Ciudad porque ahí es el único lugar en donde podemos trabajar».
Francisco Núñez va más allá «El problema es que el rubro de la cultura siempre es el último a nivel nacional» y se pregunta «¿Cuál es el eje educativo que le va a dar sustento al teatro? El problema es que no hay articulación y vinculación entre todo aquello que tiene que ver con el arte».
Para Luis Arreguín es lógico que la OFEQ tenga su sede «todas las capitales culturales del mundo tienen un teatro para su orquesta» pero coincide con los demás «nunca nos pidieron nuestra opinión a los artistas escénicos, que tendremos que seguir en el Museo de la Ciudad aunque el piso sea de cemento y eso nos limite».
Respecto del Teatro Alameda, se espera esté concluido en julio para inaugurarlo durante los festejos del aniversario de la ciudad del 20 al 25 de ese mes. Si bien el secretario de Obras Públicas municipales afirmó en entrevista para DIARIO DE QUERÉTARO en agosto pasado, que los contratos de equipamiento ya están otorgados, tampoco se consultó a artistas. Lorena Meeser asegura que fue invitada por el arquitecto encargado de la obra a hacer un recorrido, «Yo como empresaria por supuesto que voy a solicitar el espacio y espero que no quede acaparado para usos políticos y de gobierno» advierte.
Manuel Cedillo , titular del Instituto Municipal de Cultura, explica que el Teatro Alameda será la sede del Coro Municipal Voces Queretanas, la Banda Sinfónica Juvenil y la Camerata Santiago de Querétaro. Además, se incluirá a otras compañías y cabe agregar que el cineteatro Rosalío Solano seguirá funcionando.