De La India a Chiapas

De India a Chiapas:

Reflexiones sobre la ‘no violencia’ 

SIPAZ 

Hay encuentros que renuevan nuestra energía y nos animan a seguir adelante. Esta es la sensación que nos quedó en febrero pasado, luego de la visita a México de Rames Sharma, representante del movimiento Ekta Parishad de la India, en el marco de una gira americana, programada con el fin de organizar una marcha mundial no violenta en 2012. 

En hindi, Ekta significa “unidad”, Parishad “foro” o “espacio”: Ekta Parishad es un movimiento que reúne a 11.000 organizaciones sociales y a miles de individuos. Su visión es la de una India donde toda persona tenga acceso libre a recursos como la tierra, el bosque y el agua. Una India donde ninguna tribu o casta influya sobre el derecho a la dignidad, y donde el sistema económico comunitario haga posible el autoabastecimiento a nivel local. Una India donde se fomente el liderazgo y las autonomías locales, y la gestión responsable de gobierno en todos sus niveles. Para lograr estos cambios, se brinda plataforma a las voces de las masas y se trabaja desde el espíritu gandhiano de satyagraha (verdad-fuerza) y ahimsa (no violencia) como contrapartida a la violencia que enfrentan las comunidades más marginadas.  

En 2007, Ekta Parishad organizó una gran marcha para presionar al gobierno de la India por reformas agrarias (“Janadesh, el veredicto del pueblo”). Durante un mes, 25.000 personas caminaron 350 kilómetros hacia Nueva Delhi, lo que constituyó el movimiento no violento más grande en la historia de la lucha agraria en India. Como consecuencia de esto, el gobierno creó una Comisión Nacional para la Reforma Agraria, integrada en un 50% por miembros de organizaciones involucradas en la defensa del derecho a la tierra (ver www.ektaparishad.com). 

En México, la presentación del movimiento despertó el interés de los participantes locales, estableciéndose un intercambio que permitió subrayar problemáticas muy similares, como el acceso a la tierra, la organización comunitaria, las autonomías locales, el respeto hacia el liderazgo tradicional, etc. El representante de Ekta Parishad dio cuenta de experiencias del movimiento en acciones de menor envergadura, como pueden ser: desobediencia civil a través de ocupación de tierras, consultas populares aplicadas a asuntos agrarios, o la ocupación pacífica de oficinas oficiales. De esta manera pudo establecerse un paralelismo entre estas experiencias y algunas acciones desarrolladas en Chiapas, como las huelgas de hambre de los presos por su libertad, las brigadas de observación civil, los campamentos para la Paz, e iniciativas llevadas a cabo por el zapatismo. 

Del mismo modo, se constataron diferencias de contexto que dificultan el fomento de acciones no violentas en Chiapas: La represión del gobierno en Chiapas (y en América Latina en general), siempre ha sido más dura y mucho más inmediata que en la India. Por otro lado, el imaginario de los movimientos sociales está muy vinculado con Gandhi en la India, y con la revolución y las armas en México. 

De este intercambio, surgieron reflexiones muy interesantes sobre la estrategia de no violencia: 

La fuerza del número: Cuanto más gente participe en una acción no violenta, mayor será su efecto. Por esto, Ekta Parishad promueve la movilización pacífica de masas, poniendo énfasis en la apropiación de las acciones por parte de las bases. Para Janadesh, por ejemplo, se puso en práctica una estructura de participación para que todos (¡los 25.000!), tomen parte en las decisiones. Del mismo modo, la campaña se financió con los granos y el poco dinero que cada participante aporta al adherir al movimiento. 

Ya que se reconoce la fuerza de acciones ejemplares, la no violencia requiere un compromiso total, lo que exige un funcionamiento no violento en la organización misma. Sus integrantes son conscientes de que este compromiso implica, estar preparados para superar instancias de sufrimiento personal, e incluso la posibilidad de perder la propia vida: Cuando la marcha de Janadesh llegó a Delhi, los participantes debieron soportar los rayos del sol, sin agua durante horas. Por otro lado, tres manifestantes fueron atropellados por un camión sin que se registrase muestra alguna de violencia contra el chofer que protagonizó el hecho. Esto fue posible dado que cada una de las 25.000 personas de Janadesh, había participado en procesos de capacitación. 

Una visión a largo plazo para construir una paz duradera: la no violencia requiere paciencia, creatividad y hasta terquedad. Para no confundir paciencia con pasividad, hablamos de no violencia activa, y aún pro-activa. Para sembrar semillas de no violencia que pueden generar cambios positivos a nivel social, económico y político, Ekta Parishad se esfuerza en proporcionar capacitaciones sobre no violencia a las bases de activistas y a la juventud. Desarrollar este modo de acción cuesta mucho, pero es un camino que abre la posibilidad de alcanzar beneficios duraderos, y que integra a la gente en lugar de dividirla. 

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