Domingo de Ramos

 

Domingo de Ramos   En La ciudad de Querétaro, a las afueras de todos los templos y en las plazas públicas se encuentran tejedoras de palmas, que ingeniosamente hacen verdaderamente obras de arte efímero, que adquieren los fieles este domingo de ramos, para participar en la proceción e inicio de la Semana Santa  

 

La Semana Santa comienza con la bendición de las palmas y una procesión el Domingo, con una solemne proclamación de la narración de la Pasión según San Mateo en la misa.   

En los primeros siglos, en Jerusalén se comenzó a venerar los lugares donde había sucedido algún acontecimiento en la vida de Jesús.   

«Por eso el domingo anterior al Viernes Santo todo el pueblo se reunía en el Monte de los Olivos junto con el obispo y desde allí se dirigían a la ciudad con ramos en las manos y gritando Viva, como habían hecho los contemporáneos de Jesús».  

El obispo de Jerusalén, representando a Cristo, se montaba en un burro y que la gente llevaba a sus recién nacidos y a los niños a la procesión.  

Pero cada Iglesia fue tomando esta costumbre y celebrándola en particular.  

En Roma para el siglo IV se le llamaba a este día «Domingo de la Pasión» y en él se proclamaba solemnemente la Pasión del Señor 

Sólo hasta el siglo XI se comenzó allí también la costumbre de la procesión.  

Se nos dice que en Egipto la cruz era cargada triunfalmente en esta procesión.  

En Francia y en España en el siglo VII se habla de la bendición de ramos y de la procesión.  

Tras el concilio de Trento se quiso que en todas partes de la Iglesia Latina se celebrara de la misma manera este domingo y entonces se juntó lo que se hacía en Jerusalén (procesión de Ramos) con lo que se hacía en Roma (celebración de la pasión, como si fueran cosas distintas, ya que cada una se celebraba con ornamentos de distinto color y con oraciones iniciales y finales propias.  

No hay verdadera celebración del Domingo de Ramos sin procesión y sin lectura solemne de la Pasión en Una misma Eucaristía.  

Sobre el entisástico «hosanna» se ciernen espesas tinieblas.  

Las tinieblas de la Pasión que se aproxima. Cuán significativas resultan las palabras del profeta, que en esa jornada tienen su cumplimiento:   

«No temas, ciudad de Sión mira que tu Rey llega montado en un borrico» (Jn 12,13; cf. Zc 9,9)