El primer día del resto de mi vida

Recibe poeta y narrador

José Emilio Pacheco

Medalla Bellas Artes  

En su discurso de agradecimiento aseguró que «hoy es el primer día del resto de mi vida». 

Notimex   

El poeta, narrador y traductor José Emilio Pacheco recibió este domingo la Medalla Bellas Artes, de manos del secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, en el Palacio de las Bellas Artes, donde aseguró: «hoy es el primer día del resto de mi vida». 

En su discurso de agradecimiento, el vate se dijo emocionado «al doble o al triple» y recordó que a lo largo de su homenaje nacional «he hablado como nunca. Ahora, ha llegado de nuevo la hora de guardar silencio, de seguir trabajando», expresión ovacionada por el público que lo cobijó con cariño. 

Insistió en que el éxito que se le atribuye por su desempeño dentro de las letras de México e Hispanoamérica, no se debe a él mismo, sino a sus libros y a sus lectores, quienes siempre los han recibido con infinita bondad, tanto a los títulos de narrativa como de poesía y todas sus traducciones. 

El secretario de Educación Pública subió al escenario de la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, acompañado por la titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar, para entregar al homenajeado la presea referida.  

«En víspera de sus 70 años (30 de junio) entrego la Medalla Bellas Artes al poeta, al narrador, al ensayista, al periodista, al miembro destacado de El Colegio de México y al traductor José Emilio Pacheco», apuntó el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), visiblemente emocionado. 

Recordó que su generación leyó Las batallas en el desierto, libro de José Emilio Pacheco que lo marcó de manera definitiva. «Yo, personalmente, debo mucho a este autor, uno de los más grandes pensadores mexicanos de esta época». Luego, impuso la medalla y entregó el diploma respectivo. 

Antes, el intelectual Carlos Monsiváis transmitió, en la misma ceremonia, un mensaje del escritor Sergio Pitol, en el sentido de que «estoy a favor de los homenajes a todos nosotros. Que nos despidan, Pero que nos despidan bien!», recado que Pacheco agradeció al tiempo que asintió con la cabeza. 

Desde el personal punto de vista de Monsiváis, Pacheco es un escritor que sin protagonismos ha sostenido por más de medio siglo su compromiso con la literatura. Va del rigor al sentimentalismo, dijo, y se manifestó convencido de que si algo lo define, es su vínculo con las tradiciones. 

Por su parte, Elena Poniatowska, autora del emblemático libro La noche de Tlatelolco, tomó la palabra para leer un texto de su autoría en el que se refiere a la relación que existe entre José Emilio Pacheco y los jóvenes lectores, y aseguró que éstos «se arrodillan ante este poeta y escritor». 

Otra amiga entrañable del homenajeado, Margo Glantz pidió que los textos que Pacheco escribió en su columna «Inventario», sean reeditados, pero exigió que, por favor, «José Emilio no les meta mano». Eso, en referencia a que se trata de un autor que permanentemente se corrige a sí mismo.  

Invitada también fue Francisca Noguerol, de la Universidad de Salamanca, quien actualmente tiene la tarea de elaborar la antología de José Emilio Pacheco. Ella mencionó que el galardonado es un polígrafo caracterizado por la vitalidad, pluralidad y continuidad de su quehacer dentro de las letras. 

El moderador de la mesa fue el académico Vicente Quirarte, quien recordó que hace 20 años, en ese mismo sitio, un grupo de amigos se reunieron para celebrar los 50 años de vida de José Emilio Pacheco. «Hoy, lo celebramos, nuevamente, para felicitarlo por sus 70 años y su Medalla Bellas Artes». 

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