«»7 de marzo; 64 meses…» de Julio Figueroa

64

BMW

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¿Tiempo de perdonar?

Julio Figueroa

    

“Figueroa ya se olvidó del asunto BMW, tras recibir

dinero de Calzada.” (Libertad de Palabra, Núm. 124,

14XII-2009, p. 7).

     ¿Cuánto vale el muerto? No lo sé. ¿Cuánto vale

mi silencio? Mi conciencia. ¿Cuánto vale el criminal?

¿Y el aparato de justicia? ¿Y el Estado mexicano? ¿Y

los ciudadanos?

     JEP: “No tengo respuestas: sólo

interrogaciones” (1965).

     Tienes razón, querida doctora, hay que

perdonar. Pero, ¿perdonar a quién? ¿Al criminal que

esconde su culpa y/o al aparato impune de justicia

que sigue igual de tenebroso hoy como ayer? Creo

en el perdón cristiano porque yo también cargo

varias culpas (más culpas que pecados, palabra).  

Pero no hay perdón sin confesión ni propósito de

enmienda. ¿Cómo perdonar a quien no reconoce su

falta y a un aparato oscuro e inescrutable?

     Lo he dicho varias veces: mi pelea no es

personal. Es una lucha ciudadana contra el

autoritarismo y la impunidad del poder. Eustacio

Yáñez, María Concepción Moreno Arteaga, Jacinta,

Alberta y Teresa (y su hija Jazmín), y desde luego el

caso de la BMW… Octavio Acuña, Genaro Arres, etc.

¿Cómo arrebatarle al poder a sus víctimas pobres y

cómo sentar en el banquillo de los acusados a la

clase política-económica del poder? He ahí la

cuestión de fondo. Hay que poner luz en la oscura  

política mexicana. Despersonalizar. Desdramatizar.

Cobrar distancia lúcida del poder, y hacer su crítica.

     El aparato de justicia que no encuentra al asesino

de Marco Antonio Hernández Galván es el mismo,  

sustancialmente, que muy rápido condenó a María

Concepción Moreno Arteaga, Jacinta, Alberta y

Teresa –puras mujeres y además pobres, de origen

indígena. Es la tenebra, diría Gabriel Zaid: en donde

los asuntos públicos se cocinan en los sótanos del

poder.

     ¿Fuera del sistema? Los que estamos fuera

también estamos adentro, y necesitamos a los de

más adentro. Palabra. Nadie queda afuera, salvo las

piedras lunáticas. (A Efraín Mendoza Zaragoza y a

Ana Rincón Gallardo y a Andrés Estévez, gracias).

     Mira el aparato que es parte de un sistema que

hacemos todos: políticos y no políticos, poderes

ejecutivo, legislativo y judicial, gobernadores,

medios y empresarios y ciudadanos. Todos somos

parte del cuadro que vemos porque todos vivimos y

convivimos aquí en la Tierra, no en Marte.  

     64 meses 64 del crimen de la BMW oscurecido

por el poder no democrático. El año de los Beatles

que no alcanzaron John Lennon ni George Harrison:

“Cuando tenga 64 años”. ¿Cuándo esté muy muy

muy viejo, me seguiré ocupando aún del caso BMW?  

¿Para qué? ¿Qué piensan ustedes? ¿Ha valido la

pena todo esto? ¿Debo seguir insistiendo o ya debo  

olvidarlo? ¿Es tiempo de perdonar?  

     Gracias a los amigos estoy bien y bajo bien

empalabrado al centro de luz Manuel Gómez Morín

(un centro mediano pero un nombre y un hombre

admirable). Gracias.

     Ay, cruzado por todos los fuegos del deseo en

los desiertos del amor. Ay, el amor que nos hace

crecer a golpes. Ay, el amor que nos hace dar lo

mejor de sí.

     “Marzo, verde marea, cubre calles y plazas” (Tu

Fu). Qué ola de calor y qué ganas de irse al mar.  

¡Una ardilla en la ciudad! Voy por la calle a toda mar.  

Democracia cautiva. En México, todos decimos que

no funciona la democracia. Es cierto, quizá. Tal vez

porque en el paisito no hay aún ciudadanos

verdaderamente democráticos. Perogrullo: la

democracia la hacen los ciudadanos democráticos,

no los autoritarios ni los revolucionarios ni los

autistas. En la cola de las tortillas.

     ¿Qué hacemos con la narcoviolencia? Mi más

sentido pésame a la comunidad del Tec de

Monterrey. No preguntes por quién doblan las

campanas. Doblan por México. 

Qro. Qro.

Sábado 27-III-2010.

 

 

juliofime@hotmail.com