La falta de compromiso y mal ejemplo de los sacerdotes son el principal obstáculo para que las personas se acerquen a la Iglesia

Arquidiócesis a ministros a revisar constantemente su vida Insta Arquidiócesis a ministros a revisar constantemente su vida
La falta de compromiso y el mal ejemplo de algunos de ellos son el principal obstáculo para que las personas se acerquen a la Iglesia católica, señaló.

Notimex

La Arquidiócesis Primada de México instó a sus ministros a revisar constantemente la propia vida, pues la falta de compromiso y el mal ejemplo de algunos de ellos son el principal obstáculo para que las personas se acerquen a la Iglesia Católica y descubran el camino de la salvación.

De ahí que a través del editorial de su órgano de difusión Desde la Fe invitara a los dirigentes de la feligresía católica “a que seamos una comunidad que dé testimonio de servicio, de respeto y de amor al mundo entero en nombre de Cristo, el Salvador universal”.

Tras destacar la enorme labor de miles de obispos y sacerdotes que desarrollan su misión “con sencillez y generosidad, en el silencio y sin protagonismos, sirviendo a la Iglesia y a sus hermanos”, reconoció que no han faltado algunos casos negativos que han sido difundidos con gran amplitud.

Ante esos casos y siguiendo los directrices del papa Benedicto XVI, recordó que cualquier servidor de la Iglesia que cometa delitos será presentado ante los tribunales penales para que se inicien los procesos correspondientes; en este punto “no debe haber equívocos ni mucho menos privilegios”.

El editorial comenta los resultados de la 91 Asamblea de los obispos católicos mexicanos, durante la cual se reflexionó en la formación de los futuros sacerdotes para dar mejores elementos humanos y espirituales a las nuevas generaciones.

Subraya que por ello junto a los aspectos doctrinales y espirituales necesarios para la formación de los sacerdotes, también se requiere de salud sicológica y coherencia moral como exigencia básica para el ejercicio del ministerio sacerdotal.

“Frente a la difícil realidad de nuestra cultura -en muchos aspectos lejana o extraña a los valores del Evangelio-, quienes se preparan para este servicio deben tener una profunda experiencia de fe en el seguimiento e identificación con Cristo, y una más sólida formación personal que los prepare humanamente para realizar su tarea”, señaló.

De la misma forma es importante que la comunidad cristiana ayude tanto a los sacerdotes con su oración, su amistad y el respeto a su ministerio, como en la formación de los futuros ministros con el aprecio y la valoración como un gran ideal de la vocación a la vida religiosa y sacerdotal.

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