Premio de dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón 2011
Roberto Perea
Proceso
(apro)
.-Resulta muy gratificante para la dramaturgia nacional que un joven creador mexicano que ha demostrado ampliamente la calidad de su trabajo, sea reconocido con uno de los galardones nacionales de mayor prestigio en la materia: el Premio de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón 2011, otorgado por el Gobierno del Estado de Guerrero y el INBA.
Flavio González Mello, dramaturgo, guionista, director de cine y narrador, egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) y del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), recibirá en el marco de las Jornadas Alarconianas (que este año se realizarán del 25 de junio al 3 de julio) este reconocimiento, por “la solidez de sus propuestas teatrales”, según consta en el acta del jurado, integrado por Carlos Bracho, David Olguín y Juan Tovar.
Alejandra Frausto, recientemente nombrada directora del Instituto Guerrerense de Cultura, y Teresa Vicencio, directora general del INBA, serán las encargadas de entregar este reconocimiento con el que Flavio González Mello ingresa a un cuadro de honor del que forman parte destacados creadores de nuestra tradición teatral como Sergio Magaña, Rafael Solana, Vicente Leñero, Elena Garro, Héctor Mendoza o Emilio Carballido.
González Mello no sólo se ha destacado en los terrenos del arte dramático. El guión de cine y de televisión han sido lugares donde también ha cosechado triunfos: como el Ariel al Mejor Mediometraje de Ficción de 1996, por Domingo siete o el Danzante de Oro en el Festival de Huesca por 40 grados a la sombra.
Contaba González Mello con 17 años cuando comenzó a montar sus primeras obras. Durante este periodo fueron las experiencias de los adolescentes las que ocuparon su atención. Más tarde la madurez de sus medios expresivos se confrontó con la historia de nuestro país.
Dos episodios de una naturaleza trágica, a la vez que cómica, sirvieron para que González Mello escribiera obras de notable factura, que fueron un fenómeno en la medida que rebasaron las 400 funciones, como en el caso de 1822, el año que fuimos Imperio.
El acercamiento a la historia que propone González Mello es lateral. Las figuras petrificadas por la historia se humanizan, revelando flaquezas y virtudes de la condición humana. En Lascuráin, o la brevedad del poder se acerca a uno de los personajes menos frecuentados por nuestros historiadores, Pedro Lascuráin Paredes, quien durara 45 minutos como presidente de la República en los días posteriores a la Decena Trágica y que cediera el poder a Victoriano Huerta.
También ha dado un viraje hacia temas de la antigüedad clásica bajo un tratamiento actual, con obras como Edipo en colofón y El padre pródigo. Para González Mello, el teatro es “un evento vivo que se transforma, que no permanece igual y que requiere siempre de estar tratando de imaginar, por lo cual se convierte en un fenómeno fascinante y adictivo.”
Por todas estas razones, Flavio González Mello recibirá el Premio de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón 2011.