Los sacerdotes trasmiten una idea de Cristo que no concuerda con la realidad

Solalinde pide redes ciudadanas

Diario de Querétaro

José Luis Rodríguez

«¡Toda esta violencia es generada por el pinche dinero»!, afirmó sin reparos el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, defensor de migrantes en Oaxaca, en la charla que sostuvo con universitarios en el foro «El quehacer de las disciplinas científicas en tiempos de violencia e inseguridad en México», que organizó la facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Ahí, el presbítero cuestionó a la institución eclesiástica por su estructura piramidal y su trabajo clientelar en vez de misionero, aunque manifestó sus esperanzas en el obispo Faustino Armendáriz, a quien llamó «un obispo diferente».

Y advirtió que sólo la implementación de redes ciudadanas salvará a México de la situación de violencia, pues la solución no está en el Gobierno, ni en los partidos, ni en los ricos, ni en la misma Iglesia, tal como está.

Asimismo, se manifestó sorprendido por ver en Querétaro signos diferentes lo que convierte en privilegiados a quienes aquí vivimos, aunque llamó a actuar, para no ver en un futuro cosas que antes no sucedían.

En el Aula Magna de la Facultad de Filosofía, el sacerdote amenazado por el crimen organizado en el sur del país por la defensa hacia los migrantes de Centro y Sudamérica, lamentó que «en todos lados al ser humano lo hemos desplazado para poner el dinero, si se fijan, toda esta violencia es generada por el pinche dinero, ¿si o no?, entonces a Dios lo hacemos a un lado por dinero, porqué se hacen las extorsiones, secuestros, todo es por dinero, las personas ya no valemos, somos mercancía».

Solalinde vaticinó además que en el 2012 se va a disparar la violencia en el marco del proceso electoral, «el próximo año se van a disparar los niveles de violencia, aún así México tendrá que tocar fondo, tendrá que llegar hasta el límite de la ambición de los partidos políticos, de los políticos mismos, de la gente ambiciosa, entonces tendrá la sociedad civil que tomar conciencia y deslindarse de toda la corrupción de la cual somos parte también nosotros, para iniciar un despegue».

México, dijo, tiene que purificarse, pero le va a costar, llegó el momento en que la sociedad civil tome conciencia de algo más, no sólo vale cambiar sólo en las casas, así como se organiza la delincuencia, y así como se amafia la clase política y muchas gentes más, así también debemos ir pensando en redes, si no lo hacemos así estamos perdidos, antes de que veamos en Querétaro cosas que nunca hemos visto.

El cambio, advirtió, «no llegará del gobierno, ni de los partidos políticos, ni de Carlos Slim y los más ricos, ni de la Iglesia católica como está hoy, no vendrá sino de nosotros…y esta universidad es un núcleo importantísimo que yo le auguro una gran influencia a nivel nacional, si esto persiste, si esta tendencia de la universidad y de Querétaro en general persiste».

LA IGLESIA, IGUAL

En el caso de la Iglesia católica, señaló el presbítero, «sucede algo parecido, los sacerdotes vamos transmitiendo una idea de Dios y de Jesucristo que muchas veces no concuerda con la realidad…muchos tenemos un concepto medieval de Dios que nos hace llegar la institución eclesiástica y al no identificarnos con ésta por el momento que vive, seamos evangélicos o católicos, nosotros preferimos alejarnos de Dios, porque no checa con este mundo tan violento».

«Somos una sociedad muy religiosa en las prácticas, pero atea en la vida real, podemos rezar mucho y tener prácticas religiosas pero en la vida somos ateos porque no se ve que manifestemos nuestra vida a Dios, y así ponemos un Jesucristo para todas las necesidades que puede justificar estructuras de poder, represión, explotación, un sistema neoliberal capitalista depredador, ecocida…esto nos lleva aún doble discurso, de lo que decimos y de lo que hacemos», añadió.

Decimos, subrayó, «que creemos en un Dios extraordinario que nos pone en una situación de igualdad, pero dentro de la misma Iglesia católica tenemos una pirámide donde arriba está Dios, después el Papa, los Cardenales, los Arzobispos, Obispos, Sacerdotes, los religiosos y religiosas…los laicos hasta abajo y si se puede más abajo las mujeres».

Este escenario es como una pirámide sociológica que contradice la igualdad que predicamos, esto nos habla y nos dice que aunque saquemos documentos de la dignidad humana, en la práctica no se ve, no importa el ser humano, acusa.

Ante todo ello, Alejandro Solalinde llama a «recuperar a ese Jesús que nos tienen secuestrado; vengo a decirles que sí es posible salvar México, pero salvarlo desde Jesucristo, desde los evangelios. Si nuestra institución eclesiástica está en crisis, déjenla, ahorita no se preocupen por ella, hay que recuperar a nuestro Jesús, que es capaz de dar respuesta a nuestro jóvenes, que no defrauda».

El presbítero recomienda el documento de Aparecida, Brasil, «porque hace una crítica de la Iglesia actual: «somos una Iglesia clientelar, concentrada en el culto, que nos hemos olvidado de la misión de evangelizar».