Amandititita y La biblia vaquera

En el tono de Tona

Amandititita y La biblia vaquera

“La historia cambia minuto a minuto”. Un agente de Tránsito.

  • 2011-11-08•El Ángel Exterminador

3 de noviembre, 2011.

MILENIO Diario, colonia Centro, DF. Seis de la tarde. Me informan que mi amiga América Pacheco acaba de llegar a la redacción, al mismo tiempo que me intercepta el señor que bolea los zapatos; lo correcto sería no bolearme y salir de una vez, pues quedamos de asistir a la presentación de La biblia vaquera (Editorial Sexto Piso), del escritor maldito y coahuilense Carlos Velázquez, dentro de una hora, en la cantina Centenario (Centenario 107, Coyoacán, DF), a cargo de mis cuates Mariana H. y Fernando Rivera Calderón, luego acudiremos a la presentación de las nuevas canciones de Amandititita, la pequeña gran gigante de la tecnocumbia bufa, a dos cuadras de allí, en el Teatro-bar El Vicio (Madrid 13, Coyoacán, DF), diez de la noche.

Pienso: “Si veinte años no son nada, diez minutos menos”, le digo al señor que bolea que comience su trabajo, en lo que solicito a recepción le den acceso a mi amiga. Quiero verme presentable en las presentaciones.

Tras la boleada, pido un taxi de un sitio que está en Havre y Paseo de la Reforma, me informan que llega en ocho minutos. Al salir, nos llevamos la sorpresa de que avenida Morelos la hicieron de doble sentido, para desahogar el tráfico que se atascó en Paseo de la Reforma y Bucareli. América está desconcertada, cuando llegó la vialidad fluía como Sicilia por la República.

Llamo al sitio y me informan que un contingente bloqueó Reforma, que espere media hora (al día siguiente, sabría que fueron estudiantes de la UNAM, quienes marcharon a la Secretaría de Gobernación para protestar por el asesinato del alumno Carlos Sinhué Cuevas Mejía).

Durante los diez minutos que duró mi boleada, la ciudad se convirtió en un caos infernal. Un individuo me hace señas desde un automóvil gris (las unidades del sitio que llamé son grises). Abordamos el taxi, el chofer me pregunta mi nombre; que no, que viene por otra persona y que pertenece a otro sitio. Tardamos 15 minutos en dar la vuelta a la manzana, para regresarnos cual mercancía defectuosa. Nuestro auténtico taxi casi nos deja, lo alcanzo corriendo.

Los carros no avanzan ni un milímetro. Escapamos por la vía larga, rodeando la Alameda Central para agarrar Reforma, la Zona Rosa, Medellín y de ahí hasta Coyoacán.

Dos horas después llegamos a la pos-presentación. Hay mezcales de honor. Me alegra toparme con Gabriela Lara, quien ahora trabaja para Sexto Piso.

La biblia vaquera es un compendio de cuentos norteños, donde la Biblia vaquera, cual juego “Basta”, puede ser una persona, animal o cosa. Carlos Velázquez (autor también de La marrana negra de la literatura rosa, Editorial Sexto Piso) posee una gran maestría para jugar con las palabras, malabareando entre la lucha libre, los antros y el Notitas Musicales, lleno de referencias laguneras (su cuento “Burritos de yielera” nos resulta exótico a quienes sólo conocemos los Gansitos de refri).

Otro embotellamiento (esta vez de mezcal), nos hace llegar tarde a El Vicio. En el show de Amandititita intervienen dos guapérrimas artistas: Pambo y Jessy Bulbo (con ésta última bailo sabrosas cumbias). El nuevo material tiene la ironía de sus éxitos anteriores, arremetiendo contra el mundo de la burocracia, la polaca y recreando fantasías urbanas (como la historia de la hija de la tamalera, enamorada de un oficinista trajeado).

Me topo con Carlos Narro (humanista), Artemio y Yoshua Okón (ambos artistas plásticos), Kyzza Terrazas (escritor), Silverio (músico) y Marisol Gasé (cabaretera). Al terminar el show nos lanzamos al Covadonga (Puebla 121, colonia Roma, DF), donde nos integramos con Guillermo Fadanelli (escritor), Carlos Martínez Rentería (promotor de la contracultura) Pedro Valtierra y Juan Carlos Ruiz (ambos fotógrafos) y Emiliano Martínez Escoto (filósofo). Rematamos en casa de Fadanelli.

A las ocho de la mañana comparto taxi con Amandititita y Silverio. La pequeña nos cuenta que está preparando un libro de relatos cortos, lo cual celebramos comprando las últimas chelas en un Seven Eleven.

En la necia insisto en que debemos organizar una tocada juntos (lo cual, espero suceda el año entrante), por lo pronto, el sábado 19 de noviembre, los de La Capa (de Backman) tocaremos en el noveno Congreso de Contracultura (organizado por Martínez Rentería), en la Pulquería Insurgentes (Insurgentes sur 226, colonia Roma, DF). Vamos, no me dejen correr solo este maratón Guadalupe-Reyes 2011.

Rafael Tonatiuh