Ay Chihuahua…

Por José Félix Zavala

 

Ubicado en el Centro Histórico de la capital, el edificio que alberga la Rectoría de la Universidad Autónoma de Chihuahua es una de las construcciones más bellas de Mi Ciudad, destacando por su estilo toscano en sus paredes color beige. Previamente, en sus terrenos se ubicó el Instituto Científico y Literario de Chihuahua el 19 de marzo de 1835, con el fin de promover el desarrollo de la cultura en la entonces naciente ciudad, que ofrecía a la comunidad estudios de latinidad y gramática castellana, y comenzó sus clases con tan sólo 21 estudiantes. Para la época comprendida entre 1835 y 1900 el número aumentó a 996 personas. Siendo su estilo arquitectónico Toscano Modernista, en su interior se construyó un amplio teatro para presentar veladas literarias y conciertos que fue inaugurado el 2 de octubre de 1928.

Entre 1937 y 1939, el ilustre pintor duranguense Leandro Carreón Nájera plasmó en los muros del pasillo principal del edificio un cuadro representativo de tres destacados personajes del humanismo: Tales de Mileto, Leonardo de Vinci y Santiago Ramón y Cajal, depositando en manos de la juventud estudiosa la antorcha de la cultura, así como una serie de magníficos murales que sintetizan la historia de México, a partir de la época precolombina hasta el período de la expropiación petrolera impulsada por el general Lázaro Cárdenas, desde la Conquista hasta la Revolución . En diciembre de 1954 se creó la Universidad de Chihuahua, estableciendo su rectoría primero en el Centro Cultural Quinta Gameros, así como las escuelas de Ingeniería Civil, Derecho y Música, siendo en 1958 cuando se trasladó al nuevo recinto. El teatro, hoy conocido como Paraninfo Universitario, fue restaurado en 1995, encomendándose la rehabilitación pictórica de los murales al maestro Medardo Heras.

Además del Paraninfo ahí se encuentra también el recientemente inaugurado Polifórum Cultural Universitario, un nuevo espacio para rendir homenaje al talento de los mejores representantes de la plástica chihuahuense, que se ubicó en la espléndidamente reacondicionada planta baja del edificio, alojando destacados ejemplos del trabajo de artistas de trascendencia internacional, como Enrique Carbajal “Sebastián”, cuya obra presenta lazos fundamentales con la ciencia, y Águeda Lozano, quien plasma en su obra un nuevo espíritu que emerge en el acto creativo que se vuelve esencial. Asimismo, en el Polifórum se exhibirán pinturas, esculturas, fotografías y otros objetos a través de diferentes exposiciones de estudiantes y chihuahuenses distinguidos.

Otra área importante del edificio resulta ser la Sala de Consejo de Directores, instalada en lo que fue la Sala de Consejo, que a decir del rector de la universidad Raúl Chávez está a disposición de todas las unidades académicas para el uso de reuniones y actividades propias de cada una. En su interior, en el patio central, se encontraba también una campana de bronce de gran historia en la máxima casa de estudios y que por razones de remodelación y reconstrucción se llevó en 1957 a la Facultad de Derecho, que ahora será rescatada y colocada en un lugar propio de su historia. Hace cuatro años y para conmemorar el 50 aniversario de la fundación de la UACH, se emitió un timbre postal con la fachada del edificio como motivo principal para recordar el inicio de la institución que ha visto egresar hasta la fecha a más de 50 mil profesionistas, que han contribuido al desarrollo de Chihuahua en los ámbitos social, político, cultural, científico, económico y deportivo, constituyéndose en el “espíritu de la grandeza chihuahuense”.

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