El «Vive Latino» hoy

Cesar Muñoz

(proceso.com.mx).-

Y estalló el alarido… Un homenaje de rockeros hispanos a José José (1948- 2019) y el demoledor metal de los estadunidenses Guns N’ Roses, llevó a los invitados al festival Vive Latino 2020 a olvidarse del mundo y de la declaración de la pandemia del Covid-19 durante el primer día de actividades este sábado 14 de marzo en el Foro Sol.

Pese a las críticas en Facebook a los organizadores de Ocesa y demás empresarios involucrados en la edición 21 de Vive Latino que abundaron en redes sociales (por continuar “su negocio” y dar prioridad a las bandas extrajeras “y despreciar a las bandas nacionales”, cuando en la capital acaba de darse a conocer la Fase II para prevenir la pandemia en nuestro país), el evento recibió en una tarde relajada a 25 mil personas hacia las 14:00 horas. Avanzó la energía a las 19:00 horas, con 42 mil 800 y para el cierre con los artistas estelares detonaron las emociones con hasta 68 mil 618 asistentes.

Desde el tributo a El Príncipe de la Canción pasaditas las 20:35 horas, el ambiente tomaba forma al verse el escenario principal Indio prácticamente lleno, al tiempo que el líder del Panteón Rococó, Dr. Shenka cantaba la entrañable “Si me dejas ahora”. Rápidamente el recital de tintes orquestales gozó de aplausos, momentos en los que Ricardo Flores El Abulón saltó al escenario como presentador del espectáculo organizado por el tacvbo Emmanuel Meme del Real y quien todo el tiempo tocó su piano. La estafeta la tomó la originaria de Tecate, Baja California, Carla Morrison, con “Amar y querer”, dándole la alternativa al argentino Andrés Calamaro en “Gavilán o Paloma”.

Las multitudes enloquecieron y corearon cada tema a todo pulmón y así llegó la regia Ely Guerra con “Lo que no fue, no será”; a Jimena Sariñana en compañía de Pato Machete interpretaron “Amnesia”, para sumárseles el rapero Alemán en una catarsis que alcanzaba cada rincón, siguiendo la también activista y pintora chilena Mon Laferte con “La nave del olvido”. No faltó el negrito en el arroz para no variar, a través de la prédica desinformativa de El Abulón instando a la gente para dizque tener conciencia del Covid-19, así:

“Hay que cuidarnos todos, veo a muy pocos con tapabocas, aquí hasta hay quien anda diciendo que el coronavirus nos la pela”, a lo que los fans respondieron cuales feligreses con tremendo rugido: “¡A huevo!”. Cerró con “El Triste” a la voz de Meme, dedicada al saxofonista de La Maldita Vecindad, Eulalio Cervantes Sax, quien recientemente se ha reportado en estado crítico de salud (mas no por disipación de coronavirus).

Desde los accesos al Foro Sol, personal especializado recibió al público con detectores de temperatura corporal, a la par de que todos los trabajadores se percibían con tapabocas y guantes de látex, cumpliendo de tal manera con lo prometido para evitar la propagación del Covid-19.

La tropa consideró que la estrategia fue necesaria; la mayoría incursionó sin tapabocas y muchos usando frascos plásticos con gel antibacterial, cuando las recomendaciones de la OMS excluyen estas “medidas precautorias” pues la pandemia se contagia como virus y no es una bacteria. Esta edición contó con los escenarios Indio, Escena Indio, Telcel, Carpa Doritos, Stage Vive Vero, Carpa Intolerante, Casa Comedy, El Parque, una librería del Fondo de Cultura Económica, zona del tianguis del Chopo y un cuadrilátero de lucha libre… Por ahí vimos movidísimo al gozoso periodista Chava Rock entrevistando músicos a granel y transmitiendo el evento vía Facebook como si el mundo se fuera a acabar.

Rucanrol tostonero
Tremenda catarsis borboteó en el escenario Indio cuando aterrizó Guns N’ Roses a eso de las 22:25 horas, en un viaje de éxitos que gozó la raza.

La memorable banda metalera originaria de Hollywood al instante provocó el rugido ante la presencia de su vocalista Axl Rose (William Bruce Rose Jr., nacido en Indiana hace 58 años), y el guitarrista londinense Saul Hudson, alias Slash (de 54). quienes regalaron más de dos horas intensas de rock duro. Una producción reluciente con una pantalla central y un par de laterales, exponían imágenes de calaveras, llamaradas infernales, sin faltar las insignias de rosas y pistolas, todo cobijando al poderoso ensamble ochentero. Sonaron “It’s So Easy”, “Mr. Brownstone”, “Chinese Democracy” y el frenesí masivo de “Welcome to the Jungle”, prosiguiendo un extenso set del que no mostró cansancio alguno la fanaticada, desprendiendo “Estranged”, “Live and Let Die” (de Paul McCartney) y “You Could Be Mine”. “So Fine” a la voz del bajista Michael Andrew Duff McKagan (Seattle, Washington; 5 de febrero de 1964) encumbraban la velada saboreada por un feroz sector metalero, quienes llegaron a la feliz demencia con un solo en guitarra por parte del melenudo Slash quien daba paso al himno “Sweet Child O’ Mine”. La clásica “November Rain” con Axl al piano y cantando desgarradoramente dio trazo a “Knockin’ on Heaven’s Door”. El ocaso brilló con el encore “Don’t Cry”, “Patience” y “Paradise City”.

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