«Como Jesucristo, obligados a huir”
Acoger, proteger, promover e integrar a los desplazados internos
Jornada del Migrante y del Refugiado 2020
El 27 de septiembre de 2020 celebramos la 106a Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado con el lema propuesto por el Papa Francisco en su mensaje para este an?o: “Como Jesucristo, obligados a huir”, donde se nos invita a poner especial atencio?n en el cuidado pastoral de los desplazados internos que hoy en di?a suman ma?s de 41 millones en todo el mundo. La reflexio?n, a la que el Santo Padre nos invita, este an?o, parte de la experiencia de Jesu?s desplazado y refugiado junto a sus padres, para reafirmar la importancia de la razo?n cristolo?gica de la acogida cristiana. En su mensaje el Papa Francisco nos recuerda el drama de los desplazados internos, un drama a menudo invisible, que la crisis mundial causada por la pandemia del COVID-19 ha agravado.
En comunio?n con el Santo Padre expresamos nuestra preocupacio?n por las personas vi?ctimas del desplazamiento interno, que a menudo son olvidadas. Los desplazados representan una gran porcio?n de las personas que hoy en di?a esta?n movie?ndose, so?lo que no cruzan fronteras y permanecen dentro del territorio nacional.
Este an?o, en comunio?n con toda la Iglesia, queremos poner de relieve esta situacio?n particular y llamar la atencio?n del gobierno para que ponga su mirada en este feno?meno que, en Me?xico, cada di?a va en crecimiento a causa de la inseguridad y la violencia generada por el crimen organizado a trave?s del la pobreza extrema, el abandono en que viven muchas comunidades especialmente indi?genas y, en muchas ocasiones, los desastres naturales.
El desplazamiento interno forzado es ante todo un drama humano que padecen millones de personas alrededor del mundo y que, lejos de disminuir por la accio?n directa de los gobiernos, aumenta drama?ticamente an?o con an?o. La Comisio?n Mexicana de Defensa y Promocio?n de Derechos Humanos (CMPDH) reporta un total documentado de 338,405 personas en situacio?n de desplazamiento forzado, en Me?xico, entre el 2006 y 2018.
En Me?xico, el gobierno no ha reconocido en su ma?s alto nivel el feno?meno del desplazamiento interno forzado, y no cuenta con mecanismos institucionales y normativos para la atencio?n y proteccio?n de este sector poblacional a pesar de su tendencia permanente a incrementar, que se extiende por todo el territorio mexicano.
El desplazamiento forzado interno, como lo sen?ala el Papa Francisco, en Me?xico, no ha sido visibilizado ni las vi?ctimas atendidas de forma adecuada para efecto de proteger o garantizar sus derechos humanos. Esto se agrava ante la resistencia de las autoridades para reconocer de manera abierta la existencia del desplazamiento forzado interno. Desafortunadamente Me?xico carece del andamiaje legal e institucional necesario para proteger y asistir el problema del desplazamiento interno con poli?ticas pu?blicas de atencio?n a las personas desplazadas.
Lamentamos la tendencia de las autoridades a minimizar el feno?meno bajo el argumento de que los movimientos de poblaciones internas responden a motivaciones econo?micas.
Ante la realidad del desplazamiento forzado en Me?xico, demandamos del gobierno federal:
El gobierno mexicano ha sido renuente a conceptualizar, fundamentar y definir expli?citamente en los marcos normativos y leyes existentes, el desplazamiento interno forzado. Esta ausencia impide su identificacio?n, registro y, consecuentemente, la atencio?n especializada y restitucio?n de sus derechos.
Elreconocimientooficialdelaexistenciadeldesplazamientoforzadointernoennuestro pai?s.
La construccio?n de un marco de proteccio?n legal e institucional que sea capaz de garantizar los derechos humanos de las personas desplazadas internas en cualquier entidad de la Repu?blica Mexicana, a fin de otorgarles proteccio?n, atencio?n y asistencia; asi? como, ofrecerles “soluciones duraderas” que les permita caminar en sus proyectos de vida y superar las condiciones que las expusieron a tomar dicha decisio?n; velar por el intere?s pu?blico y el respeto por los derechos humanos.
3. La accio?n conjunta de los tres niveles de gobierno en la prevencio?n de las causas que provocan el desplazamiento forzado interno para efecto de evitar que se sumen ma?s vi?ctimas y que se atiendan a las existentes.
Pedimos al Congreso de la Unio?n que analice y discuta la posible elaboracio?n de una ley general sobre desplazamiento forzado en la que se plasmen los derechos de las personas vi?ctimas de este feno?meno, los deberes del Estado en materia de desplazamiento, las acciones de prevencio?n y control que sean necesarias para el combate al mismo, asi? como las sanciones para quienes incumplan con la ley.
Como Iglesia debemos asumir, junto a tantos agentes de pastoral, que ya desarrollan acciones significativas, una actitud de acogida hacia los hermanos y hermanas desplazados en nuestro pai?s. El Papa Francisco en su mensaje nos presenta algunas indicaciones y reflexiones para poder trabajar tambie?n con estas personas.
El icono del que el Santo Padre quiso compartir es el del Nin?o Jesu?s que, con su familia exiliada, tuvo la experiencia de verse obligado a abandonar su propia tierra a causa de la persecucio?n. El mismo Papa Francisco nos dice en su mensaje: “… En la huida a Egipto, el nin?o Jesu?s experimento?, junto con sus padres, la tra?gica condicio?n de desplazado y refugiado, «marcada por el miedo, la incertidumbre, las incomodidades (cf. Mt 2,13-15.19-23). Lamentablemente, en nuestros di?as, millones de familias pueden reconocerse en esta triste realidad. Casi cada di?a la televisio?n y los perio?dicos dan noticias de refugiados que huyen del hambre, de la guerra, de otros peligros graves, en busca de seguridad y de una vida digna para si? mismos y para sus familias» (A?ngelus, 29 diciembre 2013). Jesu?s esta? presente en cada uno de ellos, obligado —como en tiempos de Herodes— a huir para salvarse. Estamos llamados a reconocer en sus rostros el rostro de Cristo, hambriento, sediento, desnudo, enfermo, forastero y encarcelado, que nos interpela (cf. Mt 25,31-46). Si lo reconocemos, seremos nosotros quienes le agradeceremos el haberlo conocido, amado y servido” (Papa Francisco, Mensaje para la 106 jornada mundial del migrante y del refugiado 2020).
Los desplazados internos, dice el papa Francisco, “nos ofrecen esta oportunidad de encuentro con el Sen?or, «incluso si a nuestros ojos les cuesta trabajo reconocerlo: con la ropa rota, con los pies sucios, con el rostro deformado, con el cuerpo llagado, incapaz de hablar nuestra lengua» (Homili?a, 15 febrero 2019). Se trata de un reto pastoral al que estamos llamados a responder con los cuatro verbos que sen?ale? en el Mensaje para esta misma Jornada en 2018: acoger, proteger, promover e integrar” (Papa Francisco, Mensaje para la 106 jornada mundial del migrante y del refugiado 2020).
Finalmente, en comunio?n con toda la Iglesia, y por la intercesio?n de nuestra madre santi?sima del Tepeyac, hacemos nuestra la oracio?n del Papa Francisco en su mensaje para esta jornada y oramos junto con el por nuestros hermanos desplazados y por quienes hacen esfuerzos para brindarles apoyo y proteccio?n.
+José Guadalupe Torres Campos
Obispo de Ciudad Juárez