Dialogar con Elena Garro

Dialogar con Elena Garro

El legado de Elena Garro, figura multifacética y polémica, es vasto. Lo refleja así «Diálogos con Elena Garro. Entrevistas y otros textos»

Por Niza Rivera

Son dos tomos de pasta dura con más de mil 500 páginas, profusamente ilustrados con fotografías, del registro completo de materiales en torno a la escritora poblana Elena Garro que la biógrafa Patricia Rosas Lopátegui tituló Diálogos con Elena Garro. Entrevistas y otros textos. Aquí la profesora de la Universidad de Nuevo México repasa los pormenores del trabajo, que con otras obras centradas en la escritora poblana abarcan 40 años de investigación.

Proceso).-

El legado de la escritora poblana Elena Garro, figura multifacética y polémica, es vasto. Lo refleja así Diálogos con Elena Garro. Entrevistas y otros textos, que habría de presentarse para la clausura de la Feria Internacional del Libro (FIL) Guadalajara este domingo 6 en formato virtual.

Editado por Gedisa a principios de año, el libro consta de dos volúmenes: Antes y después del 68 y El retorno del exilio. Son más de mil 500 páginas de un acercamiento minucioso, cronológico, biográfico y hemerográfico sobre la autora de Recuerdos del porvenir, considerada la novela más emblemática de la literatura mexicana del siglo XX escrita por una mujer.

A ese acercamiento sólo pudo llegar su biógrafa y agente literaria Patricia Rosas Lopátegui (Tuxpan, Veracruz, 1954), en quien recayó la edición, estudio preliminar y notas del libro, sólo posibles tras 40 años de investigación, que incluyen conocimientos adquiridos en tres publicaciones previas:

Yo sólo soy memoria. Biografía visual de Elena Garro (1999), Testimonios sobre Elena Garro. Biografía exclusiva y autorizada de Elena Garro (2002), y El asesinato de Elena Garro. Periodismo a través de una perspectiva biográfica (2005), y edición aumentada de 2014, a los que podría agregarse un cuarto volumen, Cristales de tiempo (2016), en el cual develó la faceta de una Garro poetisa.

Vía telefónica desde la Universidad de Nuevo México (Estados Unidos), donde es profesora e investigadora, Rosas Lopátegui resumió a Proceso la experiencia de Diálogos…:

“Pienso que leer a Elena Garro a través de una voz tan íntima, como es el género de la entrevista, ayuda a conocerla más a afondo, permite al lector llegar a tener un aspecto más amplio de ella y de su obra. Los jóvenes pueden identificarse más con ella, las nuevas generaciones pueden llegar con mayor profundidad, sobre todo las mujeres. Hay muchas chicas que la están descubriendo, y eso me emociona mucho.”

Quizá pensando en ello, Rosas Lopátegui se detuvo a diseccionar los textos periodísticos por la fecha en que se hicieron y no por el año en que se publicaron, pues detectó que muchos de ellos eran entrevistas que se publicaban con semanas, meses e incluso años de diferencia.

Así, en el Estudio Preliminar, advierte de esa jerarquización:

En el primer volumen presenta la vida de Garro en los años treinta y cuarenta, su debut como dramaturga en los cincuenta, su activismo político y social, “la construcción de la leyenda negra en su contra orquestada por el poder” en referencia a su participación en el movimiento estudiantil de 1968, y los 19 años que, debido a ello, pasó en el exilio.

Y en el segundo, su regreso a México, tanto los preparativos en 1991 como la vuelta definitiva en 1993, sus reconocimientos, sus enfermedades producto del abandono, las polémicas con Octavio Paz, su deceso en 1998 en Cuernavaca, Morelos, a los 81 años, y hasta textos posteriores publicados en lo que va del siglo XXI.

Todo lo anterior a través de la recopilación de distintas voces, desde Carlos Landeros, María Luisa La China Mendoza, Margarita Michelena, José Emilio Pacheco, Juan García Ponce, Elena Poniatowska y Patricia Zama, hasta otras entre muchas más recientes, como las de Virginia Bautista, Raquel Fierro, Vilma Fuentes, Estela Leñero, Merry MacMasters, Alida Piñón, Armando Ponce, Roberto Ponce y Patricia Vega.

–Garro como periodista realizó muchas preguntas, y como personaje le tocó responder otras… ¿quizá calló muchas respuestas?

–Cierto, se quedó sin responder muchas preguntas, muchas veces no respondía porque tenía que llevar la vida en paz con Octavio Paz, tuvo que aplicarse la autocensura pues si no, no llegaba la mesada o la mensualidad.

“Un ejemplo es una entrevista que recojo y que fue transmitida originalmente en el Canal 40. Cuando la están transmitiendo, Paz llama al canal para ‘corregir’, desmentir, yo diría humillar a Garro, y es sólo un ejemplo de las cosas que no podía decir libremente, simplemente no podía decirlas sin que la callaran o la corrigieran.”

–¿Hay algún texto o declaración que la haya sorprendido, ya sea por algo que ella haya dicho o hubieran dicho de Garro?

–Este último suceso que menciono me sorprendió mucho, y otro previo publicado por Elisa Robledo en la revista Época, donde Paz también escribe para desmentir a la periodista. Garro dijo en alguna entrevista: “¡Ya, por qué no me dejan tranquila!”. Y es cierto, creo que jamás lo estuvo.

“Esa idea de que Garro le debía a Paz su carrera de escritora no es cierta, fue una mujer que tuvo desde muy joven un proyecto de vida profesional, algo que no existía en su época. Así que deconstruir esos mitos en torno a Elena ha sido mi propósito en todos estos años de investigación.”

Y sigue:

“Los Diálogos con Elena… son la reafirmación de todo el conocimiento, todos los datos y el archivo que he logrado sobre ella, es en muchos sentidos una actualización del primer libro editado en 1999. Yo tampoco soy la misma, con el tiempo también me he autocorregido, por ejemplo con un dato tan simple y elemental como el del año de su nacimiento, pues la misma Elena decía que había nacido en 1920, y con copia de su acta de nacimiento en mano ya sé que fue en 1916.

“Elena para mí es una escritora que apenas estamos volviendo a construir.”

El primer tomo abre con el fragmento del facsímil de una carta fechada en Madrid el 2 de marzo de 1981, firmada por la misma Elena y dirigida a Rosas Lopátegui. En ella le agradece la crítica realizada a Los recuerdos del porvenir, para en seguida hablarle de su amor por los escritores románticos alemanes y de una relectura que hacía en ese momento de la obra completa de Dostoievsky, a quien considera “casi mi escritor favorito”, y “el autor para los desdichados o para aquellos que necesitan hacer un examen de conciencia”.

Ese documento testimonia el primer contacto con Garro por parte de la que llegaría a ser su biógrafa. El artículo en cuestión se publicó en el suplemento La Semana de Bellas Artes el 29 de octubre de 1980, titulado “Destiempo y nostalgia: Elena Garro y Los recuerdos del porvenir”.

La evocación de Rosas Lopátegui le hace reflexionar, repentinamente, en que ya son cuatro décadas de investigación de la vida y la obra de Elena Garro:

“Es que 1980 es el año clave para mí. Yo vivía en Querétaro y sabía que me tenía que ir a la Ciudad de México porque mi intención era entrevistar a todos lo que habían conocido a Elena. Y ya en la ciudad trabajé en la Dirección de Literatura de Bellas Artes, a cargo de Gustavo Sáenz, y fue él quien publicó ese mi primer artículo sobre Elena, y a su vez me dio su dirección porque ellos se conocían. Así que sí, ¡tengo 40 años de estudiarla… y lo que falta!”

Diálogos con Elena Garro. Entrevistas y otros textos se puede adquirir en línea y en las principales librerías del país. Para la presentación de este 6 de diciembre a las 11:30 horas, a través de las redes sociales de Gedisa Ediciones, estaban programadas para acompañar a Patricia Rosas Lopátegui la escritora campechana Silvia Molina y la periodista Patricia Vega.

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