El paraíso es la muerte: ‘Arboretum’, de David Byrne

El paraíso es la muerte: ‘Arboretum’, de David Byrne

Alejandro García Abreu

Este 2021 se conmemoran quince años de la publicación de ‘Arboretum’ –libro paradigmático de David Byrne (Dumbarton, Escocia, 1952), artista multifacético y cofundador de la banda musical Talking Heads–, volumen traducido al español recientemente. En este ensayo se celebra el facsímil del cuaderno de notas y dibujos del autor.

Un artista multidisciplinario

En 2021 se conmemoran quince años de la aparición de Arboretum, libro de arte abstracto de David Byrne (Dumbarton, Escocia, 1952) publicado por McSweeney’s Books en San Francisco. Dado el carácter multidisciplinar de este volumen facsímil del cuaderno de notas y dibujos del artista, los quince años transcurridos desde su publicación lo han elevado al estatus de clásico underground del pensamiento abstracto contemporáneo, obra de culto entre diversos creadores de Nueva York y Londres.

La versatilidad artística de Byrne es encomiable. Los curadores de la neoyorquina Pace Gallery narran el itinerario artístico de Byrne: creció en Baltimore, estudió fotografía, performance y producción de video en el Maryland Institute College of Art. Byrne cofundó el grupo Talking Heads, del que fue guitarrista y cantante principal, y que en los años ochenta introdujo un enfoque visual innovador en sus ejecuciones escénicas.

Byrne se involucró en la fotografía, el dibujo, las instalaciones, el performance y el diseño desde la universidad, y ha publicado y exhibido su trabajo desde la década de los años noventa. Al igual que su música, el trabajo visual y textual de Byrne tiene la capacidad de elevar y transformar elementos ordinarios en icónicos y desafía nuestras nociones fundamentales de las clasificaciones del arte, aseguran los curadores de Pace Gallery.

Entre los trabajos recientes del cofundador de Talking Heads están su debut en Broadway: La utopía estadunidense de David Byrne (2019), la versión cinematográfica dirigida por Spike Lee (2020), el lanzamiento de su revista en línea Razones para estar alegre (2019) y el álbum en solitario Utopía americana (2018). Estableció los sellos discográficos Luaka Bop (1988) y Todo Mundo (2008). Otros logros artísticos son la pieza teatral Juana de Arco: en el fuego (2017); una serie de entornos interactivos que cuestionan la percepción, El instituto presenta: neurosociedad (2016); la producción teatral Aquí yace el amor, su musical en colaboración con Fatboy Slim sobre la vida de Imelda Marcos, montado en el Public Theater de Nueva York durante la primavera de 2013; la instalación pública Lugar apretado (2011) en la Pace Gallery; la instalación de audio Tocando el edificio (2005); la instalación pública Todo está conectado (2002) en Saks Fifth Avenue, en Nueva York. Byrne escribió, dirigió y protagonizó Historias verdaderas, un collage musical discordante lanzado en 1986. Por su contribución a la banda sonora de El último emperador, Byrne recibió un Premio de la Academia de Hollywood a la Mejor Banda Sonora Original, y en 2004 ganó el Wired Award for Art por su proyecto Envisioning Emotional Epistemological Information (e. e. e. i.) [Visualización de la información epistemológica emocional] (2003), que utilizó el software de presentación PowerPoint como medio artístico.

Su aproximación a la literatura incluye el mencionado Historias verdaderas (1986), Ritual extraño (1995), Tu mundo de acción (1999), Los nuevos pecados (2001), David Byrne te pregunta: ¿Qué es? (2002), el libro y el dvd del citado Envisioning Emotional Epistemological Information (e. e. e. i.) (2003), Arboretum (2006), Diarios de bicicleta (2009) y Cómo funciona la música (2012).

Un arboreto de categorizaciones

La mutabilidad artística de Byrne es condensada en Arboretum, cuya versión en español fue publicada por Sexto Piso (traducción de Oihane Iglesias Tellería, trazos y rotulación de donDani, 2020). En Arboretum, Byrne recoge su deslumbramiento por el concepto de civilización. Es corrosivo, evita la solemnidad. Sienta las bases de su particular entendimiento de las relaciones entre los pensamientos, las cosas y los acontecimientos.

Arboretum es una colección de dibujos, mapeos mentales y diagramas diversos de asuntos aparentemente dispares. Las ramificaciones temáticas exponen la intensa relación de Byrne con su entorno y revelan un pensamiento cuya pluralidad se refleja en la riqueza inagotable de sus páginas y su desplegado.

En Song and Circumstance. The Work of David Byrne from Talking Heads to the Present [Canción y circunstancia. La obra de David Byrne desde Talking Heads hasta el presente], el catedrático holandés Sytze Steenstra afirma: “Así como un arboreto es una colección de árboles y plantas similares a árboles con fines de estudio científico y clasificación taxonómica, Arboretum es una colección de categorizaciones. Es arte conceptual en su estado primordial, un intento de sorprender.”

Arboretum “ha sido adecuadamente descrito como una combinación de serias digresiones filosóficas y juegos. Y una mirada más cercana a la forma en que Byrne maneja esta combinación nos lleva al corazón mismo del libro”, asevera Steenstra.

Firmado en Manila y San Francisco en 2005 y publicado en 2006, el libro de artista se trata de la reproducción facsimilar del cuaderno de notas y dibujos de David Byrne. Incluye un desplegable de más de un metro, titulado “¿Qué?”, con múltiples anotaciones complementarias a las noventa y dos piezas que componen el libro. En el largo pliego de papel hay reflexiones sobre distintos temas.

Byrne ahonda en los “sistemas de organización nocturna”: “Cuando se alteran nuestros patrones habituales de sueño, el resultado es a menudo un tipo de creatividad que requiere malabarismos y destrezas mentales extremos. Como si la alteración de los caminos y rutinas relativamente tranquilos permitiera –o forzara– al cerebro a concentrarse intensamente. Es lo que imagino que se requiere para tocar una steel guitar con pedal: un talento que exige a la mente la capacidad de realizar operaciones muy complejas y mantenerse, al mismo tiempo, tranquila. La emergencia disruptiva echa mano de las reservas de fuerza mental, de lo que resulta la genialidad, aunque ésta colinde con lo obsesivamente perverso.”

Byrne se obsesiona con un “sistema rizomático vertical”: “Los patrones del rizoma –como los del bambú– permiten a un sistema de raíces sostener muchas plantas. A diferencia de aquellas que convergen hacia un tallo o tronco, en este sistema rizomático las raíces son más como una red subterránea invisible cuyas señales visibles pueden manifestarse en numerosos lugares. Una vez que una red ha comenzado a expandirse, es difícil decir dónde comenzó. Como las plantas, nuestras vidas tienen un comienzo y un final, pero también podemos verlas como parte de una red de información más grande, donde el material genético y el adn son los elementos de continuidad. Entendidas así, nuestras vidas son como plantas que saltan a la vista, que emergen aquí y allá como manifestaciones de la red secreta que es la esfera genética, un patrón rizomático invisible. La desaparición de cuerpos individuales de la red de la que provienen es irrelevante.”

En la nota “In vino veritas” escribió: “Los adjetivos más utilizados para describir vinos representan dos arcos ascendentes y descendentes, equiparados con las aptitudes mentales. Dos escalas de nueve puntos conectan estos arcos, que ascienden o se hunden según los grados de aprobación o desdén. Las facultades de la mente y los frutos de la viña.”

Reflexiona sobre el empeño anglosajón
de observar trenes en el texto “Los indios winnebago observan el paso de los trenes”: “La actividad de observar trenes, esa obsesión británica que consiste en anotar el paso de cada tren, su número de máquina y ruta, se ha convertido en el paradigma de las obsesiones insensatas por detalles insignificantes. Otras ocupaciones comparten esta atención excesiva, pero no se consideran dentro de los límites de la locura. Obsesionarse con las minucias de la astronomía o con la crítica literaria es socialmente aceptable, pero igual de compulsivo, y probablemente también carente de sentido. Si lo trasladamos al nivel metafísico, esta inclinación se manifiesta como la tendencia a fijarse en cosas que no se pueden ver ni demostrar que existen. Por alguna razón, contar y comparar ‘trenes’ virtuales es algo espiritual
y profundo, mientras que observar los reales es la prueba de que estás chiflado.”

La muerte estática e inmutable

Tras la escritura y trazo de Arboretum, Byrne conserva una certeza. Durante una conversación entre el autor y la bióloga evolutiva Olivia Judson, el artista le dijo a la divulgadora científica: “El paraíso es la muerte.”

“¿Por qué?”, preguntó Judson. Byrne respondió: “El paraíso es la muerte porque en el paraíso nada cambia. O al menos en muchas concepciones del paraíso la perfección es absoluta, inmutable, estática. Para decirlo en términos dramáticos, mi percepción es que los organismos necesitan resistencia, dificultad y desafío para ser fuertes y evolucionar. Alguien escribió que, sin viento, los árboles no pueden mantenerse erguidos.”.

 

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