México y Cuba en imágenes: dos revoluciones

México y Cuba en imágenes: dos revoluciones

Omar López Monroy

Los fotógrafos Eduardo Aguilera (1936) y Nelia Torres (1944) han dedicado buena parte de su vida profesional a difundir y documentar diferentes aspectos históricos, políticos y culturales de la Revolución Cubana en México, así como movimientos sociales trascendentes en nuestro país. Este artículo es un breve recuento de su trabajo.

El pasado 20 de noviembre se conmemoró un año más del inicio de la Revolución Mexicana de 1910, un símbolo de identidad nacional; otro movimiento social importante gestado el siglo pasado fue la Revolución cubana. Los pueblos cubano y mexicano han reivindicado la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos. En su momento, el expresidente Lázaro Cárdenas (1895-1970), manifestó su apoyo a la Revolución cubana; parafraseando el discurso realizado en fecha reciente, en torno a la conmemoración de la Independencia de México del yugo español, por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, puede uno estar de acuerdo o no con las posturas políticas de los países, pero debe asegurarse su derecho a la autodeterminación, libre de injerencias extranjeras militares o económicas.

 

Fotografía y conciencia social

Desde hace poco más de una década, los fotógrafos Eduardo Aguilera (1936) y Nelia Torres (1944) contribuyen culturalmente a seguir cultivando la relación entre ambos pueblos, que tienen una larga historia cultural común; han presentado a la fecha en Cuba más de cincuenta exposiciones bipersonales, y algunas colectivas e individuales. Precisamente, fotografías de las muestras de apoyo a la Revolución cubana en México fue la temática de su primera muestra: La lucha por Cuba en México, presentada en La Habana en 2010. Este año participaron en tres exposiciones virtuales, dos colectivas y una bipersonal. Nelia y Eduardo conciben su actividad fotográfica como un trabajo voluntario, y en ese sentido han solventado todos los gastos para la realización de dichas exposiciones.

Eduardo y Nelia se conocieron en 1994, y desde entonces han fotografiado juntos un sinnúmero de manifestaciones y protestas sociales. En los albores de aquel año caótico y violento surgió el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, eco de las montañas que aún retumba en el sur del país. Imágenes tomadas en las manifestaciones de solidaridad a este movimiento en las calles de Ciudad de México dieron vida a su primera exposición bipersonal (contrapunto entre lo colectivo e individual): Todos somos MarcosRamona somos todas, en el Club Fotográfico de México (cfm), creado en 1949. Durante su actividad magisterial, Nelia participó activamente en la defensa de los trabajadores de la educación; por su parte, en la década de 1950, Eduardo participó en el movimiento estudiantil politécnico y el movimiento de los trabajadores ferrocarrileros. Fotografía y conciencia social se entretejen en la historia de estos compañeros de vida.

 

Dos revoluciones en la lente

Como fotógrafo, ya que también es ingeniero, Eduardo se inició en el Club Fotográfico de México en la década de los años setenta, y al final de ésta se integró al extinto Consejo Mexicano de Fotografía (cmf), creado en 1978. Sin dejar de participar en el Club, colaboró en las actividades impulsadas por este grupo de fotógrafos, el más influyente de su época, cuyos logros por reivindicar la fotografía como un medio de expresión artística en México siguen vigentes. Ha impartido cursos de fotografía y mostrado su trabajo en México y el extranjero; con el pseudónimo de Casimiro Mass publicó, entre 1998 y 2000, la serie de artículos “Pioneros de la Fotografía en México” en la revista FotoZoom –hoy FotoZoom Digital.

En las décadas de los setenta y ochenta, la fotografía fue un hilo conductor más en la relación cubano-mexicana. En 1978 y 1981, respectivamente, a la par de la realización del i y ii Coloquios Latinoamericanos de Fotografía, en Ciudad de México se presentaron la i y ii Muestras de la Fotografía Latinoamericana Contemporánea, eventos impulsados por el cmf; imágenes de fotógrafos cubanos que daban cuenta del proceso revolucionario de su país fueron parte de dichas muestras. Para 1980, en la inauguración de la Casa de la Fotografía, sede física del cmf hasta 1989, se realizó la presentación de la exposición “Dos revoluciones”, la cual mostró fotografías de la Revolución cubana y la Revolución mexicana. Asimismo, en 1984 se llevó a cabo el iii Coloquio Latinoamericano de Fotografía en La Habana, Cuba.

 

Cruce de miradas

A partir de que se conocieron, Eduardo ha compartido sus conocimientos fotográficos con Nelia, quien ingresó al cfm en 1995, y aunado a su talante autodidacta integran su formación fotográfica, la cual ha vinculado a sus demás actividades personales y profesionales. Nelia sabía, por conversaciones familiares, que sus antepasados cubanos habían luchado por la independencia de Cuba y que, tras la muerte de su abuelo en 1936, su madre y abuela habían tenido que salir de La Habana rumbo a México, a causa de la dictadura cubana. Poniendo en práctica sus conocimientos adquiridos en la unam en torno a la historia y el arte, llegó acompañada de Eduardo a Cuba en 2006 para ahondar al respecto. Gracias a sus investigaciones en archivos históricos cubanos, descubrió que sus antepasados forman parte de la historia cubana. Su libro, editado de manera autoral, De las Cuevas y Valiente. Una Familia Singular, da cuenta de ello –del libro sólo se han impreso veinticinco ejemplares para familiares e instituciones cubanas. Nelia es bisnieta del destacado violinista cubano Cayetano de las Cuevas (†), hermano de José Wenceslao de las Cuevas (†), hombre de confianza de José Martí, quien encabezó la última guerra para conseguir la independencia de Cuba del dominio español.

Invariablemente, Eduardo y Nelia llevaban sus cámaras colgadas al cuello durante sus primeras estancias en Cuba, lo que dio pauta para que la compañera Isabel Mesa sirviera de enlace para la invitación a realizar su primera exposición en territorio cubano en 2010, en la Casa del Estudiante de la Federación de Estudiantes Universitarios. En estos ya poco más de diez años de intensa actividad, en sus exposiciones han presentado temáticas como sincretismo religioso, arquitectura colonial, alfarería y otras tradiciones culturales de ambos pueblos, así como imágenes de diversas manifestaciones de apoyo del pueblo mexicano al cubano. En sus fotografías se advierten sus intereses ideológicos e intenciones documentales, y destaca en su lenguaje fotográfico el manejo que hacen del color. Durante estos años en que han tenido estancias cada vez más largas en Cuba, Nelia adquirió la ciudadanía cubana en 2014, contrajeron matrimonio en 2017, y para 2019 Eduardo obtuvo la residencia permanente en Cuba.

 

El poder de la imagen

Nelia y Eduardo también han expuesto su trabajo juntos en México en el Museo de las Revoluciones Mariano Jiménez y el Club Fotográfico de México, entre otros espacios. En los últimos años, ante el creciente interés por su obra en Cuba, la presentación en este país les ha demandado cada vez más tiempo; de hecho, tienen trece exposiciones pendientes por presentar, pospuestas debido a la pandemia sanitaria derivada por el virus Covid-19.

En 2017 mostraron la exposición Che, políticamente vivo en la Galería de la Biblioteca provincial José Martí de Santa Clara, por la conmemoración de los cincuenta años del asesinato de Ernesto Che Guevara (1928-1967), y los veinte años de la llegada de sus restos a Cuba. Para 2019 presentaron Hasta siempre comandante en la Ciudad de Holguín, y ese mismo año la muestra Che vive en el Conjunto Escultórico Memorial Comandante Ernesto Che Guevara de la Ciudad de Santa Clara. Las tres exposiciones plantean la vigencia ideológica de este personaje clave en la historia de Latinoamérica y han sido las más significativas para Nelia y Eduardo, por la importancia de los recintos donde se presentaron y la admiración que tienen por el Che. Se vuelve imperioso recordar que, durante la década de los años cincuenta, Fidel Castro (1926-2016) y el Che Guevara prepararon en México el arribo a tierras cubanas para encabezar la Revolución Cubana.

Ojalá… que desde su trinchera fotográfica Eduardo y Nelia sigan contribuyendo a seguir estrechando “los lazos culturales entre los dos países”

 

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