El Oficio de poeta…

 

«Eliseo Diego: de oficio, poeta» EL PAÍS publica mañana, por 8,95 euros, una antología del autor cubano  LULA GÓMEZ       «Mi nombre es Eliseo Diego. Soy, de oficio, poeta, es decir: un pobre diablo a quien no le queda más remedio que escribir en renglones cortos que se llaman versos. Y lo hago no por vanidad o por el deseo de brillar, o qué sé yo, sino por necesidad, porque no me queda más remedio que escribir estas cosas que se llaman poemas». Así se describía el escritor cubano Eliseo Diego (1920-1994), del que mañana EL PAÍS publica una antología poética por 8,95 euros. Se trata, según Gabriel García Márquez, «de uno de los grandes poetas en lengua castellana».   Muy distanciado de la política, el literato era alguien que creía en la necesidad de la poesía para lograr una vida mejor, un hombre que encontraba la inspiración en lo cotidiano, en las pequeñas cosas ignoradas para llegar de una forma natural a los asuntos más trascendentales. Diego fue uno de los fundadores de Orígenes, grupo que reunió a toda una generación de artistas de la Cuba de antes de la Revolución al que pertenecieron José Lezama Lima y Gastón Vaqueros, y puente con los nuevos valores de la lírica cubana. Casi al final de su vida, en 1993, recibió el Premio Juan Rulfo. Era entonces cuando le relataba a su hija, la escritora Josefina Diego, cómo los jóvenes le habían confesado que su escritura les había servido para vivir. «No a escribir, sino a vivir. Esto vale para mí más que un Nobel. Y explica la necesidad de la poesía, ¿no te parece?». De su obra poética -también escribió cuentos y ensayos- destaca En la Calzada de Jesús del Monte (1949), Por los extraños pueblos (1958), El oscuro esplendor (1966), y Poemas al margen (2000). 

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