Chiapas, los comienzos de su gobierno

Refugio Reyes Ramírez

«Chiapas, los comienzos de su gobierno

Refugio Reyes Ramírez

“El yndio en el pequeño campo q cultiva es el propietario colono y jornalero-percive y se contenta con el simple jornal necesario al sostén de la vida-el no puede adelantar sin capital ni el capitalista sin su auxilio”

El 12 de febrero de 1827 el Secretario de Gobierno del estado de Chiapas daba cuenta de la lastimosa situación no sólo de la administración pública sino de la misma población que ante la nueva forma de gobernar demostraron lo poco que les interesaba participar de ésta.

A quien gobernaba le invadía la tristeza, la melancolía y la impotencia al saber que los indígenas se resistían con toda su fuerza para no aceptar leyes extrañas. “Multitud de funcionario q no conocen la orbitas de sus atribuciones, y q tan presto traspasan como indecisos, ya no se atreven á obrar dentro de ella misma”. En cuestiones de estadística, la falta absoluta de datos era evidente sin embargo, “Cuando este Estado se agregó a la Federación Mexicana se le calcularon ciento setenta y dos mil habitantes”, para los que rindieron este informe no les parecía real o verás la información, ya que luego de una investigación para conocer la fuente de tales números, no localizaron nada. Lo anterior provocó que fuera poco fiable el informe. Aunado a lo anterior, se les culpaba a los habitantes de que “…

Acostumbrados en tiempos pasados á ser ó el instrumento de la oprecion, ó esclavos de los Administradores del culto, no tienen hasta ahora no tienen hasta ahora inteliga, mas q para estos destinos”. Y como hoy en día, en aquel tiempo, al ver la población amenazada por la viruela, “el gobno empezó a tomar medidas activas para preservar de ella á los pueblos, hizo traer la vacuna sin gravar para ellos a los fondos públicos- diseminó vacunadores por todo el territorio, los cuales habían conseguido hasta ese entonces vacunar a la mayoría de los niños.

Asimismo dan cuenta de que la obligatoriedad de saber leer para ser ciudadano, empujaba a los gobiernos a construir escuelas, pues el artículo 12 de la Constitución “se exige la calidad de q, sepan leer y escribir los qe entren al exercicio de la ciudadanía desde el año 839; esta situación excluía de todos sus derechos a la mayoría de los habitantes y no por culpa de ellos si no de la Administración pública.

En lo que respecta a la agricultura destacaban: el añil de Tonalá, el cacao de Ystacomitán, “el del contestado Soconusco q se cosecha en muy poca cantidad”; el trigo de Yniztan, Teoposca y este valle”, cosechas que aumentaron luego de la prohibición en Centro América; otro de los rubros con ingresos era la ganadería, misma que se aprovechaba en todo el estado, aunque con pocas ganancias, ya que había poca demanda. En cuestión de industria señala que había en “Tuxtla y llanos, telares de ropa grocera para el consumo de sus mismos habitantes pero, la introducción de ropa extranjera mejor y mas barata, les ha hecho cuasi del todo desaparecer quedando solamente algunos en numero muy despreciable”.

 

Para 1829 el gobernador anunció que entregó el gobierno sin deuda alguna, en este mismo año se declaró que “En los pueblos de Tonalá, Ocosocoutla, Tuxtla, Chiapa, Sinacantan, Comitán, Huistán, san Bartolomé, Teopisca, Amatenanco, san Andrés, Simojovel Palenque, Ocosingo y Occhuc hay establecidas escuelas de primeras letras costeadas de sus fondos municipales.” San Cristóbal, febrero 28 de 1830; Salvador Piñeyro.

Comprobado está que la construcción de una nación por sí sola no es posible ya que en esto confluyen una cantidad de individuos y empresas que con distintos objetivos cooperan con el Estado y su construcción. De esta manera, en su informe de 1830 el gobernador señala que “Ni las facultades, ni los recursos pecuniarios del gobierno, le facilitan los medios de hacer que progrese el país: era necesario la mas feliz convinacion del poder y del genio, para sacar las fuentes de riqueza pública, del abatimiento en que se hallan; y semejantes elementos no están al alcance del ejecutivo”. Así, el papel de los comerciantes, propietarios, empresarios, inversionistas, entre otros fueron los que aportaron para la ejecución de los planes en favor de la región. los apoyos por ejemplo al Correo que transitaba de Oaxaca a Tuxtla y Tonalá, o el de Guatemala a Comitán, además del de Tabasco y puntos de tránsito; todos ellos necesariamente recibían ingresos de comerciantes que les interesaba mantenerse en constante comunicación, además de las noticias y documentos que pertenecen al Estado.

En cuestión de la “Moral publica” las autoridades se jactaban de que “las Chiapas logran una ventaja notable sobre muchas de las secciones de America. En lo general hay religiosidad y buenas costumbres: se conserva en mucha parte la sencilléz de nuestros mayores”, aunque reconoció que estaban lejos de las características de un verdadero republicano las cuales “son el fundamento de una libertad solida y duradera.” Éstos se enfrentaron a los dos vicios que con más fuerza les llamó la atención a los indígenas “la propensión al ócio, y la ebriedad”. Mientras que aquellos que se conocían como ladinos tenían poca inclinación al trabajo a tal grado que “… ni el interés de la paga, vence la repugnancia a la ocupación”. Acerca de los indígenas, la autoridad llegó a la conclusión éstos se habían limitado a obtener únicamente lo necesario, y que desafortunadamente los inicios de aquella libertad los orilló a entregarse por completo al ócio “…y que del mismo modo que a los muchachos se les cura por la fuerza, cuando están enfermos, se haga con los indios en punto al trabajo”.

Se buscó incluso disminuir los establecimientos que vendían alcohol, aumentar los impuestos de este producto, dictar leyes que se pusieran en práctica para evitar todo tipo de desmanes; todo para construir ciudadanos de bien. Por otra parte, el cuidado de la salud en un único hospital, el de San Cristóbal no era posible que resolviera todos los problemas de este tipo. Se esperaba que uno en Comitán le hiciera frente a las enfermedades pero, no fue así en esos días. Debido a las enfermedades, invirtieron $2,000.00 del ramo de contribución para conseguir las vacunas, además de otros $1,475, todo para que les dijeran que la vacuna no existía. Tenían sólo un profesor de medicina en todo el estado, y casi no ejercía su profesión, no tenían ningún cirujano y pocos farmacéuticos. Segú el informe del gobernador la cantidad de habitantes en 1830 era de 118,775 pero, con datos inexactos que le hacían dudar de la veracidad del número. Sin embargo se trabajaba para recabar ingresos de tal manera que para 1831 ingresaron $44,365 un real y 11 granos. Con un egreso de $50,106. Seis reales, con un déficit de $5,741. En cuestión de venta de terrenos baldíos para 1830 esperaban un ingreso de $6,000, para esto ya contaban con tres agrimensores.

Se propuso también que aquellos vecinos pobres que desearan trabajar un terreno baldío así lo hicieran por cinco años. En este tiempo si obtenían buenas cosechas se podían quedar con la propiedad pero, si no lo trabajaban se les retiraría el predio. Hacia 1830 bajo la gubernatura de José Ignacio Gutiérrez la cuestión de buscar la autonomía se mantenía firme y decidida en favor de la causa tan anhelada, la Independencia no sólo de Chiapas sino toda la América. En este punto “…hasta los menos ilustrados reconocen las ventajas de la emancipación que el nuevo mundo se proporcionó a si mismo”, además de acuerdo a sus indagaciones no encontraban ni remotamente oposición a esta decisión tomada en favor de todo el territorio. La queja del gobierno con respecto a los ingresos era de que “se llana en Chiapas reducidas al estado mas triste.

El comercio es pasivo y retero: consiste en su mayor parte en las introducciones clandestinas de ropas citra-y-ultramarinas, que a pesar de cualquiera vigilancia se hacen frecuentemente por Tabasco y por Centro-America; siendo muy pocas y muy raras las especulaciones licitas que entran al Estado. Se extraen añiles que se cosechan en Tonalá: ganado mayor de todas clases que salen para el Estado de Oajaca y para el de Guatemala; y el aguardiente de Comitán que surte alguna parte de la misma republica vecina, después de abastecer muchos pueblos del interior. Mencionan también que no aprovechaban los productos derivados de la leche del ganado que criaban.

La agricultura limitada a los añiles de Tonalá, el tabaco de Simojovel que se consumía en el estado y otra parte enviado a Oaxaca; el aguardiente, petates, medias y calcetas de algodón, colchas y tejidos de Comitán. En estos años la minería no se aprovechaba ni por los naturales ni por los extranjeros Fuentes: Fuente: Memoria del ESTADO EN QUE SE HALLAN LOS RAMOS DE LA ADMINISTRACIÓN PUBLICA DE LAS CHIAPAS. 1827 y Febrero 10 de 1831. Impreso en San Cristóbal Las Casas.

Imprenta de la Sociedad dirigida por Secundino Orantes.

Refugio Reyes Ramírez.

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