22 Semana del Cine Alemán, reúne 27 títulos entre cintas de ficción, documentales, infantil, cortometrajes.

22 Semana del Cine Alemán
Carlos Bonfil
Con el lema Hermandades diversas, celebración de los 30 años de relaciones entre Berlín y la Ciudad de México, dio inicio la 22 Semana del Cine Alemán, misma que concluye el 20 de agosto y que reúne 27 títulos entre cintas de ficción, documentales, cine infantil, cortometrajes, una retrospectiva del documentalista Peter Nestler y la proyección especial de un título muy atractivo: B-Movie: lujuria y música en Berlín occidental, 1979-1989, de Jörg Hoppe, Heiko Lange y Klaus Maec, documental sobre la trepidante escena musical berlinesa realizado en 2015.

En un primer acercamiento al programa propuesto, destaca Elaha (2023), de Milena Aboyan, cinta de ficción kurdo-alemana que describe las tribulaciones por las que debe atravesar la joven kurda Elaha (Bayan Leila) en vísperas de su matrimonio arreglado con un hombre de moral muy conservadora, cuya familia exige una certificación irrebatible de la virginidad de la prometida. Aunque en Alemania se autorizan las intervenciones quirúrgicas de restauración de himen, Elaha no cuenta con recursos para sufragar su costo elevado. Sus esfuerzos por encontrar soluciones más prácticas para simular en la noche de boda un desfloramiento convincente, se ven continuamente frustrados. La presión familiar se incrementa y todo el asunto pone de manifiesto la manera abusiva en que un sistema patriarcal restringe a las mujeres, incluso en Alemania, país liberal y tierra de asilo, el derecho a decidir sobre su sexualidad y su propio cuerpo. El verdadero dilema moral de Elaha se juega en tener que elegir entre su sincero apego a las tradiciones familiares y una necesidad de liberación ya impostergable.

En Luise (2023), de Matthias Luthardt, largometraje ambientado en la región de Alsacia en 1918, la joven campesina Luise (Luise Aschenbrenner) enfrenta con relativa calma el ambiente de desolación y los peligros que supone vivir como mujer solitaria en una región recién devastada por la guerra. Esa tranquilidad se ve interrumpida por la llegada a su granja de Hélène, joven francesa que acaba de sufrir una agresión sexual por parte de un militar alemán al que ella luego ejecuta, y de un soldado desertor herido, también germano, testigo del delito y del crimen justiciero. Entre las dos mujeres se produce una atracción erótica que coloca al joven soldado –católico e intolerante– en una posición insoportable. Hay ecos declarados del triángulo pasional presente en La piel del zorro (The Fox, Mark Rydell, 1967), basada en el relato breve de DH Lawrence, aunque el cineasta alemán no logra crear aquí el turbio clima moral ni profundizar en la perversidad sicológica que sugiere la trama. La actuación de Aschenbrenner y la progresión dramática del desenlace son, sin embargo, estupendos.

Por su parte, Cielo rojo (Roter Himmel, 2023), la cinta más reciente de Christian Petzold, es la exquisita parábola de una mezquindad moral castigada. El escritor Léon (Thomas Schubert) pasa una temporada de vacaciones al borde del mar báltico en compañía de Félix, un amigo fotógrafo aficionado. En ese lugar de retiro los dos se relacionan con la enigmática Nadja (Paula Beer), quien vive un romance fugaz con David, joven socorrista en la playa. La interacción de los cuatro personajes propicia un sorpresivo e intenso juego erótico que va del desparpajo de la joven a los ánimos despiertos de David y Félix, quienes se descubren afinidades insospechadas. Al margen de este clima lúdico y libertario, se acentúan el individualismo y la frustración de Léon, el novelista que no logra comprender que su nueva obra, Club Sandwich, es un proyecto literario muy desafortunado. La visita al lugar de un editor muy poco complaciente agudizará la crisis existencial del escritor propagando sus efectos negativos hacia los demás personajes a la manera del fuego amenazante que en los bosques cercanos ha comenzado a hacer estragos. El director de Barbara (2012) y Phoenix (2014), confirma aquí de nueva cuenta su gran talento narrativo.

La sorpresa más estimulante hasta el momento es sin duda el documental Ven conmigo al cine  los Gregors (2022), de la realizadora Alice Agneskirchner. Se trata de una larga incursión en la memoria fílmica y el clima social de la Alemania de la última posguerra, llevados de la mano del matrimonio Erika y Ulrich Gregor, grandes promotores de la cinefilia germana, quienes fundaron hace medio siglo la ya mítica sala de cine Arsenal, impulsando también el hoy amenazado Foro de Cine Joven en la Berlinale. El recorrido es fascinante y lo animan las intervenciones a cuadro de Wim Wenders, Volker Schlöndorff, Jim Jarmusch, Doris Dörrie y Jutta Brückner, entre otros cineastas, quienes comentan lo mucho que su trabajo debe a la labor infatigable de los Gregor.

Hay extractos de cintas memorables, anécdotas novedosas que ilustran el impacto de la nueva ola francesa sobre el nuevo cine alemán de los años 70, las dificultades para preservar y difundir el cine de autor en los momentos más inciertos de la transición al mundo digital y durante su máxima prueba de sobrevivencia en la pandemia, todo lo cual constituye una parte mínima de lo que ofrece este documental de Agneskirchner, desde ahora un aporte testimonial indispensable.

Sinopsis, horarios y sedes: www.goethe.de/cinefest y www.cinetecanacional.net

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