Chichimecalli
Chichimecalli tenía del lado sur el control territorial de los Mexicas y del lado Occidental el de los Tarascos.
Los sitios arqueológicos encontrados en el hoy estado de Guanajuato que tienen la llamada tradición de Chupícuaro, ciudad cercana a Acmbaro se nota una unidad territorial y política.
Su fuente de provisión para su desarrollo era lo que conocemos ahora como la cuenca del río Lerma, que seguramente los obligó a un ingenioso sistema de cuidado del agua y otro de caza y nomadismo para abastecerse en tiempos de gran sequía.
Dentro de la región de el ahora Guanajuato se han encontrado además de ciudades, entierros con bellísima cerámica y complejas civilizaciones, que han tenido una cronología que colocan los arqueólogos como la de Chupícuaro, posteriormente la llamada de Morales en las cercanía de Comonfort y posteriormente la conocida como de San Miguel Allende, en el enorme y complejo sitio conocido como Tierra Blanca.
De la cerámica de Chupícuaro se tiene en la metrópoli de Tula el diseño en cruz y de la zona que conocemos como
Será El Bajío tanto en la época prehispánica, como durante la invasión española que tendrá un desarrollo importante en la agricultura y será llamado el granero de México.
Las ciudades prehispánicas que ahora se están estudiando intensivamente en Guanajuato son:
Plazuelas:
Sitio que dicen estuvo habitado en las épocas de mayores cambios políticos y culturales de la región.
Cañada de
Enclavado en la frontera septentrional de Mesoamérica y donde se dieron las mejores observaciones astrológicas a favor de un calendario agrícola y para el nomadismo en la caza y recolección.
El Cerro Barajas:
Un macizo volcánico, en cuyas faldas del cerro se construyeron varios centenares de edificios, en los que se utilizaron lajas de andesitas, parecen de un carácter defensivo y limitados por gruesos muros.
Peralta:
Con una compleja construcción y el logro de los espacios abiertos y cerrados que nos muestran a una gran civilización enclavada en El Bajío.
El Cóporo:
Localizado al noreste de Guanajuato una afinidad con lo que llaman los arqueólogos El Gran Tunal o la región que hoy comprende San Luis Potosí y con fuertes vínculos con las regiones ahora conocidas como Zacatecas, Jalisco y el Bajío.