Las Momias de Guanajuato a Pasear

Planean gira mundial para las momias de Guanajuato

Las más de mil momias de Guanajuato son cadáveres relativamente «jóvenes» que fueron inesperadamente conservados por las templadas y secas condiciones de la región. Foto: Reuters

Organización Editorial Mexicana

11 de diciembre de 2008

Reuters

Monterrey, Nuevo León.- La colección de cadáveres momificados, algunos enigmáticamente boquiabiertos o aún calzando las botas con las que fueron enterrados, ha cautivado al país y pronto iniciará una gira por el mundo.

A diferencia de las de los ancestrales faraones egipcios, las más de mil momias de Guanajuato son cadáveres relativamente «jóvenes» que fueron inesperadamente conservados por las templadas y secas condiciones de la región central del país entre 1865 y 1907.

Los cuerpos conservan intactos uñas, dientes, genitales y cabellos, protegidos por herméticas tumbas de piedra caliza que impidieron el paso de microorganismos y gusanos, que son los responsables de la descomposición.

«Las momias nos ponen cara a cara con la muerte», dijo Felipe Macías, director del museo de las momias de Guanajuato, en una exhibición itinerante con 24 momias en ciudad de Monterrey.

Una exhibición con unas 60 momias se inaugurará en enero en la Ciudad de México y ha recibido varias solicitudes por parte de museos en el extranjero. Los organizadores esperan llevar la muestra a Chicago, Los Angeles y Nueva York en el 2010, y eventualmente a Europa.

Espeluznantes detalles preservados de los mexicanos momificados, quienes fallecieron por causas naturales o por enfermedades como viruela o cólera, dan indicios sobre sus vidas y fascinan a los visitantes.

El cuerpo de una mujer que murió embarazada a los 50 años presenta la silueta de su feto de 8 meses bajo su delgada y seca piel. Otra de las momias tiene un gran tumor en el abdomen, mientras que la más pequeña es la de un bebé de 6 meses.

«Es como que nos estuvieran diciendo que hay que aprovechar de nuestras vidas antes de seguirles», dijo Macías.

Las momias fueron descubiertas accidentalmente a finales del siglo XIX, cuando trabajadores del cementerio donde estaban enterradas comenzaron a abrir las tumbas de personas cuyos familiares habían dejado de pagar las tarifas para mantenerlas.

Otras más fueron desenterradas a lo largo de décadas, para luego ser almacenadas en las catacumbas del cementerio de Santa Paula en Guanajuato, donde descuidados visitantes las dañaban y quedaban expuestas a insectos y roedores.

El creciente interés llevó a abrir un museo en la década de 1970, donde los cuerpos fueron colocados sobre bases aterciopeladas. Pero ante la falta de espacio, desde el 2005 un grupo de momias recorre el país.

«Es un proceso muy meticuloso para trasladar y asegurar las momias. Cualquier gota de sudor de uno de los encargados podría provocar el proceso de putrefacción y dejar entrar las bacterias», explicó Macías. Cerca de medio millón de personas ha visitado la exposición desde el 2005, por lo que surgió el plan de llevarla al extranjero.